Al cumplirse cuatro años de la desaparición forzada de los estudiantes de Ayotzinapa, nuestra analista María Amparo Casar reflexiona sobre los nulos avances en las investigaciones.
Primero, señala que a los padres de esos muchachos no les gusta, y tienen razón, hay que respetarlos, que hablemos de los muertos de Ayotzinapa, que hablar de los desaparecidos.
Sin embargo, señala que hay poca esperanza, ya que, así como las cifras de cómo nos impacta la seguridad y la inseguridad y la violencia no cambian, llevamos cuatro años con la misma petición, algún tipo de avance en las indagatorias, pero no tenemos ni idea.
Nuestra analista señala que Comisiones van, Comisiones vienen, ya no de la verdad de indagatorias que es lo que importa, que se sepa qué es lo que pasó y se castigue a los responsables de esto.
En los menos de tres meses que quedan para este sexenio no tenemos nada y nos quedaremos con aquella verdad histórica del procurador Murillo Karam, en donde se nos dijo lo que quiso decirnos el gobierno.
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