"Piensen en sus mamacitas, no las hagan sufrir; al carajo con la delincuencia, fuchi, guácala", le dijo este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su visita al Hospital Rural de Tula, en Tamaulipas, a los delincuentes. Martha Anaya reflexiona sobre estas palabras y califica el hecho como paradójico.
Cuestiona qué pueden pensar los delincuentes a los que se les hace este llamado:
O bien simplemente se burlan y dicen no 'manchen', o a lo mejor saben en su interior que ya es demasiado tarde para una acción como ésa, para pensar en su mamá. O a lo mejor [&] es que se dedicaron a eso pensando en su mamacita, en su familia y en cómo sacarlos adelante. Martha Anaya, analista
Por lo anterior, Anaya opina que el mensaje del jefe del Ejecutivo está dirigido a quienes aún no están enganchados en la delincuencia y tienen posibilidades de salir adelante.