Le niegan prueba de coronavirus y Don Pepe murió días después

Anaya comparte la historia de Don Pepe, un hombre de 70 años que trabajaba de repartidor y murió siendo sospechoso de COVID-19. Foto: Cuartoscuro

En medio de la pandemia de COVID-19, Martha Anaya comparte la historia de Don Pepe, un comerciante que murió siendo sospechoso de portar este virus.

Don Pepe era un hombre de más de 70 años, diabético y muy chambeador, vivía en la Miguel Hidalgo".

Anaya cuenta que Don Pepe trabajaba como repartidor del mercado Anáhuac en la Ciudad de México.

Él encendía su camioneta a las 4 en punto de la mañana para ir por la carne al mercado y comenzar a repartir. El fin de semana se sintió mal y fue al hospital".

Una vez en el hospital, le informaron que no era candidato para la aplicación de la prueba de COVID-19 porque no cumplía con todos los requisitos y lo enviaron a casa.

Intuyó que podía tener COVID-19, pero al no presentar fiebre le dijeron que no era apto para la prueba".
 
Don Pepe trató de resguardarse, pero días después los síntomas se agravaron, relata Anaya.

En compañía de su esposa y tres de sus hijos fueron rumbo a la farmacia para que alguien lo revisará, pero Don Pepe no aguantó el camino y murió".

Cuando llegaron los servicios de emergencia las instrucciones fueron claras, no tenían que tocar el cuerpo. Justo las indicaciones que se toman con una persona fallecida por COVID-19.

Ante este escenario, la periodista opina que no están haciendo las pruebas suficientes para mitigar los contagios.

Expusieron a lo hijos que lo fueron a ver, salió a la calle, trató de ir a la farmacia".

¿Qué están haciendo por instrucciones de los superiores?, se pregunta Anaya, "Chiquitiando pruebas y mandando a la gente a su casa para ver si a la buena de Dios sobreviven", concluye.

  Y remata que al final "el diagnóstico ya será cualquiera".