Pamela Cerdeira opina que el periodismo que está del lado del poder no es periodismo sino propaganda hace una analogía respecto al papel que de los votantes en contextos electorales:
Un votante que apoya ciegamente a su candidato, el que sea, y renuncia a su derecho a cuestionarlo, se convierte entonces en un fanático; uno que está abierto a la crítica basada en argumentos, es un ciudadano, es el que tiene más capacidad para exigirle que cumpla con aquello que prometió .
Pamela Cerdeira apunta que hay que tener mucho cuidado con el adjetivo "traidor", utilizado recientemente por el Gobierno federal para calificar a quienes decidan cuestionar al poder.