En medio de los señalamientos hacia la afición mexicana por un grito homofóbico durante los partidos de futbol, el sábado pasado se unieron en la Ciudad de México dos festejos: la marcha del Orgullo Gay y la celebración por el triunfo de la Selección Nacional.
- Pamela Cerdeira asistió al Ángel de la Independencia y asegura que lo que ganó fue el respeto y la diversidad.
La analista narró que hubo un pequeñísimo grupo que se dedicó a gritar a los integrantes de la marcha, quienes contestaron de manera clara; por lo que el comportamiento de los agresores quedará sólo como una falta de respeto.
- Así es la ciudad de México, concluye Cerdeira; pues la capital tiene espacio hasta para lo que quieren gritar tonterías.