Cerrar heridas sin necesidad de puntos y detener sangrados casi instantáneamente, son algunos de los objetivos de los productos de medicina de emergencia desarrollados en los últimos tiempos.
Para sellar las heridas y frenar el sangrado, una pequeña empresa de biotecnología ubicada en Brooklyn desarrolló Vetigel, un polímero derivado de una planta que actúa en segundos. Se desarrolló para uso veterinario pero sus creadores realizan estudios para su implementación en humanos.
La línea de suturas cutáneas adhesivas creadas por la empresa 3M permite que las heridas cierren sin necesidad de coser. Para ello hay que limpiar la herida y colocar las banditas.
Top Closure se encuentra en el mercado desde principios de la década. Consiste en dos piezas con pegamento que se colocan a cada lado de la herida y que se aseguran con una varita plástica. Permite cerrar y abrir las heridas por si llegara a ser necesaria la revisión de un especialista.
Con el tamaño de una aspirina, las esponjas comprimidas de REVMEDX, se colocan con un aplicador y en cuanto entran en contacto con la sangre se expanden y bloquean el sangrado.
Quienes trabajan en la industria tienen como principales objetivos que estos productos se utilicen en campos de batalla, en emergencias como terremotos, sean implementados en ambulancias y lleguen a ser de uso común para que las mamás los lleven consigo en sus bolsas.