“Sí salí de drogas”: Édgar Cuenca, “Cariguante”, de vender dulces en camiones a ser un boxeador profesional

Edgar Cuenca, "Cariguante": historia de dulcero a boxeador
Édgar Cuenca, “Cariguante”, sigue vendiendo dulces. Foto: Cuartoscuro

La de Édgar Cuenca es una historia de superación personal en proceso, pues, aunque ahora ya es un boxeador profesional, sigue viviendo su día a día de manera habitual, en la calle, vendiendo dulces en los camiones. “Cariguante“, como muchas personas lo reconocen tras hacerse viral en redes sociales, es una persona resiliente, que atravesó por problemas de adicción y ahora muchos lo ven como un ejemplo a seguir.

En redes sociales, como TikTok, circula una entrevista donde Édgar Cuenca, tras ganar la pelea donde debutó como boxeador profesional. Asegura que las adversidades de su vida, como una familia disfuncional, las adicciones, el abandono de su pareja y sus hijos, le hicieron encontrar las agallas para salir adelante.

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“Destruí a mi familia, tengo dos hijos adolescentes… me dejó mi esposa por ser un drogadicto, alguien de la calle, me dijo la última vez que me vio hace ocho años, que yo nunca iba a salir de las drogas, del vicio y espero me esté viendo, sí salí”.

Dijo Édgar Cuenca, “Cariguante”, en la entrevista.

Esas declaraciones son las que hicieron virales a Édgar Cuenca, “Cariguante“, y han hecho que lo volteen a ver creadores de contenido, como Armando Saucedo, quien lo invitó a su podcast para hacerle una entrevista para conocer más de su vida, y en la que cuenta algunos de los obstáculos que ha vivido para llegar hasta donde está hoy. A continuación, puedes verla.

“Sí salí”: Édgar Cuenca, “Cariguante”, deja las drogas y avanza como profesional en el box

Con mucho orgullo, Édgar Cuenca demostró que sí salió de las adicciones y de una vida, dicho por él mismo, de malos hábitos. Las drogas y la vida en la calle, como miembro de una pandilla, comenzaron desde la adolescencia; luego de pasar por la difícil experiencia de perder a su familia, comenzó a enfocarse en el box.

¿Cómo lo logró? “Cariguante” asegura que encontró el camino en el deporte y en la biblia. Durante años, su rutina era trabajar vendiendo dulces en camiones, entrenar e ir a la iglesia a servir.

Ese camino lo llevó a conocer las peleas amateurs, en las que consiguió más de 60 victorias y en las que ganó mucha experiencia.

Sin embargo, pese a que ya estaba encaminado, su día a día lleno de hostilidades, como problemas personales y el hambre –literal– lo orillaron casi a “tirar la toalla”, a 15 días de su primera pelea profesional.

“Me levanté en la madrugada y vi mis trofeos y me despedí del box, le dije adiós a mis medallas, yo me voy bien (…) no puedo, no me puedo concentrar”.

Relató.

Dios me dio una señal

Édgar Cuenca asegura que Dios le dio la señal para tomar el camino correcto y dar el paso para convertirse en boxeador profesional. En un día “de bajón”, donde estaba a punto de volver a las drogas, volteó a ver al cielo y observó el letrero de Dream Box, el gimnasio donde se prepara y en donde encontró a los entrenadores que le dieron la oportunidad para llegar a la profesional.

Se presentó con el entrenador, le contó su récord en las peleas amateur y, pese a que, al principio, no le tuvieron mucha confianza, porque “ya estaba viejo”, demostró que tenía el potencial y se ganó su lugar.

Después lo becaron y luego de varios meses de entrenamiento le consiguieron su primer pelea profesional contra un boxeador estadounidense.

Cariguante” reconoce que no se siente mucho con los “reflectores” que dan la viralidad, porque asegura que él sigue viviendo su vida con normalidad y que, además, la calle, donde sigue trabajando, es generosa, pero nunca deja de ser hostil.

En la actualidad continúa preparándose para su próxima pelea en Baja California y parte del proceso de entrenamiento los comparte en sus redes sociales.

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