El amor infinito sí existe: mujer de la tercera edad lleva serenata a su esposo enfermo

Una mujer de la tercera edad fue grabada en el momento en el que le dedica una serenata a capela a su esposo enfermo de 70 años.
Mujer de la tercera edad lleva serenata a su esposo enfermo. Foto: Getty Images

En un gesto de amor infinito, una mujer de la tercera edad fue grabada en el momento en el que le dedica una serenata a capela a su esposo de 70 años de edad, quien está pasando por momentos difíciles en su estado de salud y se encuentra débil y taciturno.

Lo anterior fue captado en un video que se hizo viral en redes sociales y que demuestra a aquellos en el mundo que no creen en el amor bonito, que éste pueda perdurar con el paso de los años, donde ahora vemos infinidad de divorcios a la vuelta de la esquina.

Las imágenes de la videograbación muestran el estado de debilidad en que se encuentra el enfermo, quien postrado en cama, es afortunado de recibir a su compañera de vida, y la fuerza de amor incondicional a través de una dulce serenata a capela en una visita al hospital.

De manera angelical y tomando tiernamente las manos de su pareja, esta mujer de la tercera edad le expresa a su fiel compañero que tiene mucho que decirle, pero las palabras no alcanzan para expresarle qué grande es su amor por él y mejor se lo dice en una serenata a capela.

“Qué grande es mi amor por ti”: serenata de amor infinito

Sentada en una silla, es entonces cuando esta mujer canta desde lo más profundo de su ser y deja escapar las letras de esa canción del cantautor brasileño Roberto Carlos que transforma la habitación donde se encuentran en un espacio de amor sincero para su esposo que pasa por momentos muy duros.

Al compás de una encantadora mirada, la mujer sabe que tiene tanto para hablar con quien lo ha acompañado su vida en pareja, pero prefiere dedicarle esta estrofa: “Tengo mucho que decirte, pero las palabras no alcanzan para expresarte: qué grande es mi amor por ti”.

Cuando acaba la serenata a capela, sin dejar de mirarla y conmovido, el hombre la toma de las mejillas e intenta decirle algo pero no puede. Sí, el amor infinito sí existe.

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