Estrés y ansiedad podrían ser factores de riesgo para padecer asma, según UNAM

La angustia, ansiedad y nervios podrían ser un factor de riego para padecer asma, asegura el médico neumólogo Gabriel Escobedo Arenas, de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Escobedo Arenas indicó que “el asma tiene una relación importante con los sentimientos y las emociones”, de ahí que uno de los factores de riesgo para padecer asma sean los estados de angustia, ansiedad y nervios. Además del estrés y la depresión.

Otros factores de riesgo son una predisposición genética sobre todo cuando se asocia a alergias combinadas con la exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas, como alérgenos dentro de las viviendas: polen, polvo, ácaros, caspa de mascotas, humo de tabaco, irritantes químicos o la contaminación atmosférica.

En México, el asma es la decimotercera causa de consulta médica en las unidades de medicina familiar. | Foto: Internet.

Pero también puede detonarse por infecciones, asociación con rinitis y sinusitis en adultos, o con enfermedades ácido pépticas como la gastritis y reflujo.

Por lo que es importante, que los médicos realicen una labor exhaustiva para buscar los desencadenantes, preguntar cómo viven para detectar desde una mala ventilación en la habitación, hasta el tabaquismo pasivo; incluso preguntar si cerca de sus hogares hay fábricas, empresas, tiraderos o lotes baldíos.

¿Qué es el asma?

El asma es un padecimiento crónico que provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones, lo que genera ahogo que podría derivar en ataques con consecuencias severas.

Y hasta ahora, las causas fundamentales de este padecimiento no están completamente esclarecidas.

Es una enfermedad que no tiene cura, pero puede ser controlada mediante el tratamiento adecuado, y los pacientes pueden disfrutar de una buena calidad de vida, considera el neumólogo.

  • Se puede controlar con aerosolterapia de fármacos dilatadores de bronquios, es decir, medicamentos inhalados, así como estar informado sobre el manejo de estos.

De acuerdo con el académico, hablar del asma es referirse a una enfermedad que se considera heterogénea, es decir, tiene diferentes formas de manifestarse y hasta el momento no existe una causa definida sobre ésta.

Quienes padecen asma presentan dificultades para meter aire a los pulmones, pero sobre todo para exhalarlo, lo que proporciona las características clínicas específicas de la enfermedad: la sibilancia, los bronquiolos cerrados y el sonido clásico del silbido.

De ahí, que a los pacientes asmáticos les cueste mucho trabajo sacar el aire debido al bloqueo parcial en las vías respiratorias, al mismo tiempo se asocia con sensación de opresión en el pecho y, en ocasiones, con tos, por lo general sin flema, según Escobedo Arenas.

  • 50% de las crisis asmáticas obedecen a que los pacientes desconocen cómo usar los adecuadamente los medicamentos.

No obstante, padecer asma no es una limitante, siempre y cuando se tenga un buen control farmacológico y emocional, por lo que la práctica del deporte y el asma sí sean compatibles, ya que realizar una actividad deportiva mejora la resistencia respiratoria y la tolerancia a la actividad física.

“Un número importante de atletas olímpicos sufren asma; por ejemplo, en 1972, Mark Spitz, nadador que ganó siete medallas de oro, tenía este padecimiento”.

Asma en México y el mundo

En México, el asma es la decimotercera causa de consulta médica en las unidades de medicina familiar; “tal vez no sea la más importante, pero sí está presente y lo grave es que sigue muriendo gente por asma cuando nadie debería fallecer por una crisis asmática”, considera el académico universitario.

Ello se debe a diagnósticos erróneos, si los médicos no realizan una valoración oportuna no se podrá brindar un tratamiento temprano y, por tanto.

“Tenemos un subdiagnóstico o un mal diagnóstico de paciente con asma y esto influye en la morbilidad de la enfermedad”.

Escobedo Arenas destacó que el asma se presenta más en la población infantil, teniendo mayor prevalencia en varones, de entre dos y nueve años de edad, y en adultos de 25 a 45 años, en su mayoría mujeres.

Sin embargo, se puede suscitar en un menor de un año, a los 79 u 80 años, y en cualquier época del año.

En el mundo, se estima que 235 millones de personas padecen asma, enfermedad crónica más frecuente en niños y está presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con la OMS, más de 80% de los fallecimientos por asma se presentan en naciones de ingresos bajos y medios-bajos. 

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