Día Mundial de la Alimentación: ¿la comida influye en nuestro ánimo?

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) determinó en el año de 1979 que se conmemoraría el Día Mundial de la Alimentación con el objetivo de disminuir el hambre en el mundo.

Cartel de este año que lanzó la FAO para conmemorar el Día Mundial de la Alimentación. Foto: FAO

La alimentación es un estímulo que nos hace sentir felices (satisfacción) o tristes (culpa) ya que sus efectos tanto en el cuerpo como a nivel psicológico influyen en los estados de ánimo, pero ¿qué tan cierto es esto? En Unotv.com te despejados de las dudas sobre este tema.

Los efectos de la alimentación en el ánimo

Noemí Vázquez, Health coach, asegura que el primer objetivo de comer es tener una sangre de excelente calidad, para que nuestros órganos funcionen adecuadamente.

“Muchas veces comemos como reflejo de cómo nos sentimos”

Enfatiza que “somos seres integrales y que todo está conectado”, pero tenemos diferentes necesidades por cubrir y esto se explica con la Pirámide de Maslow:

  • Necesidades fisiológicas: respiración, alimentación, descanso
  • Necesidades de seguridad: seguridad física, ingreso, relaciones, recursos y protección
  • Necesidad de pertenencia: afecto, amistad, pareja, raíces, relaciones sociales
  • Autoreconocimiento: confianza, respeto, prestigio, logros y éxito
  • Realización: creatividad, visión global, espontaneidad y resolución de problemas

Menciona que todos queremos tener la sensación de felicidad y satisfacción, sin embargo, “cuando nos topamos con alguna dificultad y sentimos frustración, tristeza, ansiedad, miedo o incertidumbre buscamos diferentes rutas de escape para poder aminorar el sentimiento negativo y muchas veces vamos hacia la comida, el alcohol o las drogas o somos más agresivos con otras personas”.

La felicidad y la tristeza son motores que incentivan la necesidad de alimentarse. Foto: Getty

Motivos psicológicos

Para Gabriela Rosas Guzmán, maestra en psicología clínica, por la Universidad de las Américas, señala que las emociones como la ansiedad, depresión, soledad o alegría son condicionantes intensos para que algunas personas coman, incluso sin tener hambre. En estos casos, el sujeto pierde relativamente el control del comportamiento alimentario y, frecuentemente esto le conduce a presentar sobrepeso acompañado de un sentimiento de insatisfacción personal.

De acuerdo a un estudio realizado por Peña & Reidl, en el cual midieron la relación entre las emociones y conducta alimentaria, encontraron que:

“Los participantes asignaron al 85% de los alimentos emociones de disfrute, placer, alegría, felicidad y amor; respecto al consumo de agua y papaya, reportaron emociones neutras como alivio. En cuanto a emociones desagradables, los participantes refirieron sentir asco en el consumo de nopales, pescado, atún, pollo guisado y sushi; culpa en el consumo de refresco y remordimiento en el consumo de pan y frituras”

¿El comer produce felicidad o sufrimiento?

Rosas Guzmán menciona que la felicidad es una de las metas que cada persona quiere alcanzar en la vida, esta ha sido definida como un estado de satisfacción con la vida, siendo la alegría uno de sus componentes. Donde señala que para las investigadoras, Ana Rojas y Mirna García la alegría empodera a las personas de una mentalidad positiva, existe un desacuerdo en el tema de la mentalidad, ya que cuando un sujeto se encuentra alegre, busca generalmente celebrarlo a través de comida clasificada como “feliz”.

Cuando uno es feliz busca celebrar ese sentimiento con alimentos que lo mantengan en ese estado. Foto: Getty

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