Tormenta geomagnética no dejó daños en México, según la UNAM

| 14:32 | Oscar Gómez Cruz | UNAM
Tormenta geomagnética no dejó daños en México, según experto de la UNAM
Uno de los efectos fue la aparición de auroras boreales. Foto: Getty Images

Durante la noche del 11 de noviembre se registró una tormenta geomagnética global severa provocada por una eyección de masa coronal del Sol.

Sin embargo, México no reportó daños graves, informó el Servicio de Clima Espacial México (SCIESMEX), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Auroras boreales iluminaron el cielo del norte del país

De acuerdo con Juan Américo González Esparza, responsable del SCIESMEX, uno de los efectos visibles de la entrada de partículas solares en la atmósfera terrestre fue la aparición de auroras boreales, que pudieron observarse en varios estados del norte de México.

“Uno de los efectos de la entrada de partículas solares en la atmósfera terrestre es la aparición de auroras boreales. Antier en la noche se reportó, en las redes sociales, el avistamiento de estos fenómenos naturales extraordinarios en varios estados del norte del país, como Baja California, Sonora, Nuevo León y Chihuahua”

Explicó el especialista

¿Cuáles son las posibles afectaciones tecnológicas por la tormenta geomagnética?

González Esparza recordó que las tormentas geomagnéticas pueden causar fallas en sistemas tecnológicos estratégicos, como los satélites, las telecomunicaciones, el GPS, la navegación aérea y las redes eléctricas.

Por eso, la UNAM creó, como parte del IGf, el SCIESMEX, cuyos integrantes nos dedicamos a monitorear, con el apoyo de redes de instrumentos, la actividad solar en el entorno espacial de la Tierra y a analizar los efectos que produce en el territorio nacional”, detalló.

Desde 2014, la Ley General de Protección Civil permite emitir alertas no solo por sismos o huracanes, sino también por tormentas geomagnéticas, gracias al trabajo conjunto entre el SCIESMEX, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred) y la Coordinación Nacional de Protección Civil.

“Cuando se corren riesgos por una tormenta geomagnética o estamos midiendo los efectos de un evento intenso, como el de la noche del 11 de noviembre, nos comunicamos de inmediato con el Centro Nacional para la Prevención de Desastres y la Coordinación Nacional de Protección Civil, y les proporcionamos la información que hemos recabado. A su vez, éstos se comunican con los responsables de las telecomunicaciones, de la navegación aérea y de la Comisión Federal de Electricidad, para que tomen las medidas pertinentes”

Juan Américo González Esparza, responsable del SCIESMEX

Evento significativo, pero no extremo

El fenómeno del pasado 11 de noviembre no fue extremo, aunque sí significativo, señaló el experto, al compararlo con los registrados en mayo y octubre de 2024.

Recordemos que la tormenta geomagnética del 10 de mayo de 2024, conocida como la del Día de las Madres, produjo auroras boreales en casi la mitad del territorio nacional”, dijo.

González Esparza añadió que solo un evento extremo, como el Carrington, ocurrido el 1 de septiembre de 1859, podría generar daños severos en sistemas eléctricos e internet.

“Esta tormenta geomagnética ocurrió el 1 de septiembre de 1859. Y como fue un evento extremo, produjo auroras boreales en todo el planeta, incluso en el Ecuador. Pero en el siglo XIX no había internet, satélites, sistemas de posicionamiento global ni redes de energía eléctrica. Ahora bien, si volviera a presentarse un evento extremo como el Carrington, las redes de energía eléctrica también podrían colapsar y generar un apagón global. De ahí la necesidad de monitorear todas las tormentas geomagnéticas”

Juan Américo González Esparza, responsable del SCIESMEX

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El ciclo solar y la importancia del monitoreo

Cada 11 años, el Sol atraviesa un ciclo de actividad en el que las tormentas geomagnéticas se vuelven más frecuentes.

El año pasado, el Sol alcanzó el máximo punto de lo que llamamos el ciclo de actividad solar, cuando dichas tormentas son más frecuentes. Y esperamos que éstas sigan dándose el próximo año. Posteriormente, el Sol empezará a apaciguarse, hasta quedarse ‘dormido’ alrededor del año 2030, para luego ‘despertar’ de nuevo”, comentó el investigador.

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Finalmente, González Esparza subrayó la importancia de consultar fuentes oficiales y no difundir desinformación.

“Resulta importante señalar que, ante la ocurrencia de una tormenta geomagnética, tenemos que buscar fuentes de información oficiales. Como ya sabemos, hay mucha desinformación en las redes sociales. Las tormentas geomagnéticas no están relacionadas con los sismos, los huracanes o el calentamiento global. Tampoco tienen efectos sobre la salud de los seres vivos. Nos preocupan porque afectan sistemas tecnológicos estratégicos”

Juan Américo González Esparza, responsable del SCIESMEX

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