Los Wolves no se rinden y se aferran a la posibilidad de clasificar a la Champions League al conseguir una victoria ante el Everton (3-0) que supone un gran respiro, ya que llegaban tras dos derrotas consecutivas. Raúl Jiménez fue el encargado de abrir la goleada con un magistral cobro de penalti (sello de la casa); Dendoncker y Jota redondearon el marcador en El Molineux.
Los tropiezos ante el Arsenal (0-2) y Sheffield United (1-0) no dejaban margen de error para el Wolverhampton, por ello Nuno Espírito Santo buscó revolucionar al equipo tras ese par de descalabros.