“Chespirito”: “El Chavo del 8” y otros de sus personajes más famosos

“Chespirito”, una de las figuras de la TV más queridas en Latinoamérica, murió en noviembre de 2014. Foto: Cuartoscuro

Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” es una de las figuras del entretenimiento más queridas en América Latina. Con sus programas como “El Chavo del 8” o “El Chapulín Colorado” conquistó a millones de corazones y marcó a varias generaciones con frases que han pasado a la inmortalidad como “fue sin querer queriendo” y “no contaban con mi astucia”.

Los programas de “Chespirito” han sido retransmitidos por años en diferentes países, sin embargo, a 47 años después de permanecer ininterrumpidamente en la televisión de miles de familias, sale del aire en todo el mundo, así lo dio a conocer el hijo del comediante, Roberto Gómez Fernández.

Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” falleció el 28 de noviembre de 2014. La noticia de su partida cimbró al público de Latinoamérica. Sus personajes fueron recibidos con cariño en la región desde los años 70 y se convirtieron en todos unos ídolos de la pantalla chica. Recientemente, las anéctodas inéditas de Ramón Valdés, “Don Ramón” ha cuasado revuelo en las redes sociales.

Debido a la aceptación que por casi cinco décadas han mantenido los programas de
“Chespirito”
, te compartimos los personajes más entrañables en la televisión del también del actor, comediante, dramaturgo, escritor, guionista, compositor musical, director y productor de televisión.

“El Chavo del 8”

En este programa nacieron unos de los personajes más entrañables de la televisión mexicana. “El Chavo del 8”, interpretado por “Chespirito”; “La Chilindrina”, “Quico”, “Don Ramón”, “Doña Florinda”, “El Profesor Jirafales” “El Señor Barriga”, “La Bruja del 71” y “Jaimito, el cartero” acompañaban al niño estrella de la vecindad que dejó frases en la memoria colectiva como “Fue sin querer queriendo”, “Se me chispoteó” y “Bueno, pero no se enoje”.

“El Chavo del 8” era un niño que vivía en un barril y con su ingenuidad se ganó el corazón de millones de personas. Lo mismo se le veía pelear con los otros niños de la vecindad que haciendo enojar a “Don Ramón”.

Nunca se supo cuál era el nombre real de “El Chavo del 8”; cada vez que él lo iba a revelar, alguien lo interrumpía.

“El Chapulín Colorado”

El personaje apareció por primera vez en 1970 como un segmento del programa “Los Supergenios de la mesa cuadrada”. Tres años después se ganó un espacio en la TV con su propio programa.

“El Chapulín Colorado” satirizaba a los superhéroes y de manera ingenua derrotaba a algunos villanos haciendo uso de su gran martillo, su arma de defensa que llamaba “chipote chillón”.

Su traje característico era de color rojo con un corazón amarillo que en el centro tenía CH en letras rojas. “El Chapulín” también tenía unas antenas rojas que hacen referencia a una especie de saltamontes.

“No contaban con mi astucia”, “se aprovechan de mi nobleza”, “que no panda el cúnico” y “síganme los buenos” son parte de sus frases célebres.

“El Chompirás”

Se sabe que “Chespirito” tenía una obsesión por la “Ch” y por ello no sólo su apodo iniciaba con estas letras, también usó esta combinación para llamar a sus personajes.

El “Chómpiras” irónicamente es uno de los rateros más queridos de la TV. Su inseparable compañero de fechorías es “Botija” quien siempre lo golpeaba. En uno de los capítulos de “Los Caquitos”, la comedia que los llevó a la pantalla chica, logró defenderse de su agresor dándole un puñetazo en la cara.

En un episodio confesó que su verdadero nombre era Parangaricutiridolfo.

“El Doctor Chapatín”

Era un anciano doctor gruñón que si algo no soportaba era que insinuaran que era viejo. “Ya me dio cosa” es la frase que soltaba cuando se enfrentaba a una complicación.

“Chaparrón Bonaparte”

Aparecía en “Los Chifladitos”, una pareja de humor que protagonizaba “Chespirito” junto con Rubén Aguirre que interpretaba a “Lucas Tañeda”, el inseparable amigo de “Chaparrón Bonaparte”.

Con su particular manera de ver el mundo dejaron frases como: “¿Sabías que la gente anda diciendo que tú y yo estamos locos?” y “no hay de queso, nomás de papa”. En sus aventuras sobresalían las conversaciones sin sentido y el movimiento de la “chiripiorca“.

Te puede interesar:

Qué opinas