Michael Douglas cuenta que ha empezado a perder la memoria a corto plazo

Michael Douglas reveló durante una entrevista varios detalles de su vida durante el confinamiento. Foto: AFP

Michael Douglas, de 76 años, ha empezado a experimentar ciertos achaques, no físicos, pero sí mentales, que se han manifestado casi por sorpresa durante el período de confinamiento y así lo relató el celebre histrión.

Durante una entrevista con la revista ARRP comentó:

“A lo largo de la pandemia, en la que he pasado mucho más tiempo haciendo básicamente nada en el sofá, me ha sorprendido la cantidad de energía que he perdido. Y mi memoria a largo plazo está bien, pero a corto plazo… no tanto. Lo estoy investigando”.

En un principio Douglas pensó que podía deberse a sus excesos pasados, especialmente con la marihuana, pero afirma haber consultado a varios amigos suyos que fumaban mucho más que él cuando eran más jóvenes y ha terminado por darse cuenta que su problema es otro.

Por potra parte, el actor de la serie “The Kominsky Method” busca establecer límites en su casa “a pequeña y gran escala” cuando se trata de sustancias, para que no se vuelva a repetir con sus dos hijos adolescentes, fruto de su matrimonio con Catherine Zeta Jones, la situación que vivió con su hijo Cameron, quien cumplió más de siete años de condena en una prisión federal por delitos relacionados con el tráfico y consumo de drogas.

“Fue duro, tener que protegerme a mí y a mi familia y decirle a mi hijo mayor que si sentía que me estaba alejando de él era porque lo estaba haciendo, porque tenía miedo de que se matara o de que matara a otra persona. Esa experiencia con Cameron no se la deseo a nadie. Requiere de mucha dureza, pero llegados a ese punto, no te quedas más remedio que serlo por tu hijo”.

A pesar de sus preocupaciones actuales sobre su memoria, el actor afronta el futuro con energía y afirma que no va a dejar de trabajar:

“El trabajo te mantiene en marcha, te mantiene alerta. Por supuesto, hoy en día, cuando miro alrededor en el set, soy el más viejo. Pero me encanta todo el proceso. No nos dedicamos a la neurocirugía; somos del mundo del espectáculo. Un límite que sí establezco es ‘no se permiten imbéciles’. Yo no trabajo con imbéciles. No tengo tiempo para eso”

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