¡Adiós, Sandro Cohen! Murió de COVID-19 el escritor que enseñó a “redactar sin dolor”

Sandro Cohen, autor de Redacción sin dolor, murió a los 67 años. Foto: Cuartoscuro

La redacción, a partir de ahora, “sí causará dolor”. Murió a los 67 años el escritor Sandro Cohen, autor del famoso libro Redacción sin dolor. Gracias a su popular obra, cuya primera edición se imprimió en 1994, “el dolor” que significa para algunos “escribir bien” es casi imperceptible, casi. El libro se convirtió en un curita o un analgésico que llegó a las manos de miles de personas para “aliviar su dolor”.

El también poeta se suma a la lista de las víctimas del COVID-19, esa enfermedad que ha enlutado a gente de todo el mundo. La muerte lo alcanzó en un hospital privado de la Ciudad de México, este miércoles 4 de noviembre, luego de haber sido desintubado, y tras una intensa campaña de recaudación de fondos para pagar una gran cuenta de atención médica, que sumaba 100 mil pesos por día.

El diagnóstico del apasionado del ciclismo y autor del manual Zen del ciclista urbano había mejorado hace apenas unos días, luego de haber sido internado a mediados de octubre por COVID-19: lo habían extubado y permanecía “delicado pero estable”.

La familia Cohen Estada, “con alegría”, informó vía redes sociales  que “continuaba delicado, en terapia intensiva”, pero “mejorando cada día”.

Se calculaban dos semanas más de hospitalización, cuando menos, a partir del momento de la esperanzadora publicación de los cercanos al escritor, el 2 de noviembre pasado, pero Sandro Cohen no esperó más: decidió tomar su bicicleta, agarrar camino y rodar kilómetros y kilómetros con rumbo desconocido.   

“La evolución de su salud nos infunde ánimos para continuar con la recaudación de fondos. Gracias por sus oraciones”.

Familia de Sandro Cohen

A todos los interesados en la salud de Sandro Cohen, les informamos: Por favor compartan esta información. Familia Cohen Estrada

Posted by Sandro Cohen on Monday, November 2, 2020

Luego de su extubación, el tratamiento de quien afirmaba que, en tiempos de COVID-19, existían “otras formas de poesía, las cuales eran del cuerpo”, requería transfusión de sangre:

Su muerte, su partida, su hasta pronto, no solo enlutó a su familia: a su esposa, la también escritora Josefina Estrada, y a sus hijos, Yliana, Leonora y Nathan, sino que causó una sensación generalizada de despojo, especialmente en el mundo amplio de las letras y la academia, como si se le hubiera quitado a ese espacio un cachito de sí.

El polifacético Sandro Cohen

Sandro Cohen rodaba con su bicicleta en las calles de la Ciudad de México, con varias habilidades adheridas a sí: fue poeta, narrador, ensayista, traductor, editor y profesor universitario. No nació en México, pero como si hubiera sido así: se naturalizó mexicano en 1982. Newark, Nueva Jersey, Estados Unidos, fue la tierra que lo vio nacer.

Su origen extranjero se advertía, aunque con discreción, en cómo hablaba el español, en cómo enseñaba a “redactar sin dolor”. Estudió Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México y Letras Hispánicas en Rutgers The State University. Fue un orgulloso docente de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Azcapotzalco, desde 1980. Jamás se quitó esa camiseta y la escuela, a sabiendas de ello, lo despidió así:

Sandro Cohen y su Redacción sin dolor

En un hotel céntrico de la capital mexicana, una treintena de alumnos, poco más, escuchan atentos a Sandro Cohen. Son abogados, estudiantes, correctores de estilo, periodistas, profesores y hasta un ingeniero.

El escritor llevó su famoso libro, Redacción sin dolor, recomendado en clases universitarias de estudiantes de periodismo y letras, y del cual se han impreso seis ediciones, a las aulas. Tenía años impartiendo, apoyado de la meticulosa administración de su esposa, Josefina Estrada, cursos de redacción, para principiantes y avanzados. La última edición de este curso fue en línea, debido a la pandemia por COVID-19.

Son las 20:00 horas de un martes. Revisan tareas. Se proyectan, para que estén a la vista de todos los estudiantes. Textos color negro plasmados en hojas blancas digitales terminan pareciendo panteones por las tachaduras en rojo, que señalan errores e imprecisiones de redacción. Los dueños de las tareas se sonrojan, pero aprenden.

La revisión de Sandro Cohen es escrupulosa; sin embargo, obligados por las circunstancias, pierden la timidez. Se “desnudan” frente a la clase, al escribir acerca de lo más atrevido que han hecho en sus vidas y otras intimidades, que después leen y analizan en público.

Los abogados, estudiantes, correctores de estilo, periodistas, profesores y el ingeniero no pierden detalle cuando Sandro Cohen les explica, con su libro Redacción sin dolor en mano, que hay 10 diferentes usos de la coma. Hacen cara de “what?” frente a un estadounidense que llegó a México, cuando joven, y jamás se fue de aquí.

El escritor, ataviado con un saco gris, y debajo de éste una playera de ciclista térmica, avanza con la clase: que esto, que aquello, que el encabalgamiento…

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