Trump rompe 30 años de pausa y ordena pruebas nucleares en EE.UU.: ¿riesgo de una nueva carrera armamentista?

30 octubre, 2025 | 10:00 | Benell Cortés | AFP

El presidente Donald Trump ordenó la reanudación de las pruebas con armas nucleares en Estados Unidos, una decisión que pone fin a más de tres décadas de suspensión y que reaviva el temor a una nueva carrera armamentista mundial.

El anuncio, publicado en su plataforma Truth Social, llega tras los recientes ensayos rusos con misiles y drones de capacidad nuclear, lo que el mandatario calificó como una provocación directa del Kremlin.

“Debido a los programas de prueba de otros países, he instruido al Departamento de Guerra para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones”, afirmó Trump.

Un giro en la política de disuasión nuclear

La decisión representa un cambio drástico en la política estadounidense, ya que Washington no realiza pruebas de cabezas nucleares desde 1992 y es signatario del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares desde 1996. Cualquier detonación de este tipo violaría el acuerdo internacional.

Trump no detalló si las pruebas incluirán ojivas activas o sólo sistemas de transporte nuclear, pero insistió en que Estados Unidos debe mantener su liderazgo militar. “Rusia está en segundo lugar y China está muy por detrás, aunque podría alcanzarnos en cinco años”, dijo el presidente, en un mensaje que contrastó con los datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).

Según ese organismo, Rusia posee 4 mil 309 ojivas nucleares (desplegadas o almacenadas), frente a 3 mil 700 de Estados Unidos y 600 de China.

Reacción internacional: Rusia y China responden

El Kremlin negó que sus recientes pruebas de los sistemas Poseidón y Burevestnik constituyan ensayos nucleares. “Esperamos que el presidente Trump haya sido informado correctamente. Esto no puede considerarse una prueba nuclear”, declaró Dmitri Peskov, portavoz del presidente Vladimir Putin.

Por su parte, China exhortó a Estados Unidos a respetar la prohibición de los ensayos atómicos y a “preservar el sistema global de desarme y no proliferación”, advirtiendo sobre el impacto de una escalada nuclear en la estabilidad mundial.

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Escenario tenso y futuro incierto

El anuncio de Trump coincide con un momento de enfriamiento diplomático entre Washington y Moscú. El presidente estadounidense canceló recientemente una reunión prevista con Putin en Budapest y anunció nuevas sanciones a los hidrocarburos rusos.

Actualmente, Estados Unidos y Rusia continúan ligados al tratado Nuevo START, que limita a mil 550 ojivas estratégicas desplegadas por país. Sin embargo, las inspecciones bilaterales permanecen suspendidas desde hace dos años, y el tratado expira en febrero de 2026, sin un acuerdo claro para su renovación.

A pesar de las críticas, Trump defendió su decisión asegurando que el programa estadounidense “está bajo control” y que las pruebas buscan fortalecer la seguridad nacional. No obstante, su orden reabre el debate global sobre el equilibrio nuclear y el riesgo de una nueva confrontación atómica.