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La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México escribirá un capítulo totalmente distinto en su historia. Reabrirá sus puertas para los fieles, sí; pero ningún rito religioso será igual a como era antes de la pandemia.
“La gracia no la podemos limitar, tenemos que trabajar, atender al que se va a bautizar, al que se va a confesar, y al que se va a confirmar”.
Padre Ricardo Valenzuela, Deán de la Catedral de la Ciudad de México.
En ninguna celebración litúrgica habrá contacto entre párrocos y fieles; en los bautizos ni siquiera existirá la signación o la cruz en la frente, ya que, como lo explica el padre Ricardo Valenzuela, echar el agua bautismal no requiere el contacto con el bebé.
En cuanto a la celebración de las bodas, el beso entre los novios será opcional.
“¿Ya si los novios se quieren besar? Ese ya es problema de ellos, después se van a ir a la noche bodas”.
Padre Ricardo Valenzuela, Deán de la Catedral de la Ciudad de México.
Para comuniones y otras ceremonias, la ostia se dará a los fieles en la mano; además, en las misas ya no habrá saludos de paz.
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En la Catedral metropolitana las confesiones están canceladas, hasta que no haya modificaciones al recinto.
“Una cuestión plástica que pueda separar al fiel del confesor, nosotros con careta, con tapabocas y con guantes”.
Padre Ricardo Valenzuela, Deán de la Catedral de la Ciudad de México.
Los cánticos también se reducirán y la asistencia a las misas dominicales será limitada.
“El gobierno dice no más de 30%, está bien, a la Catedral le caben 2500 personas, entonces el 30% es un buen número no, serían más de 800 personas, y eso no puede ser posible”.
Padre Ricardo Valenzuela, Deán de la Catedral de la Ciudad de México.
En la Catedral serán más rigurosos, no permitirán más de 100 personas.
La toma de temperatura y cámaras, gel antibacterial, señalización en las bancas y el uso obligatorio de tapabocas, están listos.
“Con la pena, no se les va dejar entrar, para eso está la Guardia Nacional”.
Padre Ricardo Valenzuela, Deán de la Catedral de la Ciudad de México.
El Deán de la Catedral, que es su máxima autoridad, recomienda que personas enfermas, adultos mayores y mujeres embarazadas, sigan sus misas por internet.
“Hoy las personas de la tercera edad, son todavía sujetos vulnerables hasta que todavía no estemos en semáforo verde”.
Padre Ricardo Valenzuela, Deán de la Catedral de la Ciudad de México.
Con información de Gustavo Castillo.
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