Las cuatro veces que la Virgen de Guadalupe se mostró a Juan Diego: crónica del acontecimiento

| 12:05 | Fabián Millares | Uno Tv
Apariciones de la Virgen de Guadalupe: Relato de Juan Diego. Foto: Cuartoscuro

Poco después de la caída de Tenochtitlan y durante la etapa llamada Conquista espiritual, surgieron las primeras familias indígenas cristianas en los alrededores de la antigua ciudad. Juan Diego perteneció a una de estas familias, nació en Cuautitlán, aldea ubicada al norte de la Villa de Guadalupe en 1474. Juan Diego, vivía junto con su esposa y su tío Juan Bernardino en Tultepec, lugar donde no existían iglesias cristianas, por lo cual tenían que ir a misa hasta Santa Cruz de Tlatelolco.

Como cada año, las mandas que deben de cumplir los feligreses son extenuantes y en muchas ocasiones peligrosas, como caminar de rodillas por varios kilómetros hasta llegar a la entrada de la Basílica, cargar imágenes colosales en sus espaldas o azotarse con látigos, cuerdas y hasta nopales

La primera aparición

El sábado 9 de diciembre de 1531, Juan Diego se encaminaba hacia Santa Cruz de Tlatelolco y al pasar por el cerro del Tepeyac, escuchó un canto que no era de esta tierra, se detuvo a gozar de él y cuando miró hacia arriba vio un sol resplandeciente que emanaba de una figura femenina, se presentó como la Madre de Dios y le pidió acudir ante el obispo Fray Juan de Zumárraga, para solicitar la construcción de un templo en ese lugar.

Juan Diego transmitió el mensaje al prelado, quien no dio crédito a su versión.

Segunda aparición de la Virgen de Guadalupe

Ese mismo día, al volver a pasar por el cerro, la Virgen se apareció de nuevo a Juan Diego, quien le dijo la respuesta del obispo. María le pidió insistir en su encargo. Al día siguiente regresó ante el prelado, quien le pidió una prueba de lo que afirmaba.

Tercera aparición y petición de pruebas

El 10 de diciembre, Juan Diego regresó al cerro y comunicó a la figura lo solicitado por el obispo Fray Juan de Zumárraga. La Virgen le pidió asistir al día siguiente para entregarle la señal que demostraría su petición. Sin embargo, Juan Diego no pudo acudir debido a que su tío Juan Bernardino enfermó de gravedad.

Cuarta aparición y la imagen en la tilma

El 12 de diciembre, cuando se dirigía a buscar a un sacerdote para su tío, Juan Diego volvió a encontrar a la Virgen de Guadalupe, quien lo tranquilizó sobre la salud de Juan Bernardino. Luego le indicó subir al cerro y cortar las flores que halló, las juntó y las llevó hasta la presencia de la Virgen. Posteriormente, Juan Diego, las colocó en su tilma, la Virgen le pidió que se las presentara al Obispo.

Cuando se encontró frente al obispo Fray Juan de Zumárraga, Juan Diego abrió su tilma, dejando caer las flores. En la tilma apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe plasmada en el manto, lo que marcó el inicio de su veneración.

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