Vinculan a dos por asesinato del sacerdote Ernesto Baltazar en Cuautitlán
El Poder Judicial vinculó a proceso a dos personas por el presunto asesinato del sacerdote Ernesto Baltazar en el municipio de Cuautitlán Izcalli, en Estado de México
Durante este 22 de noviembre continuó la audiencia celebrada contra María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N” en los juzgados de Cuautitlán.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México presentó pruebas contra ambos sujetos. A su vez, el juez escuchó alegatos y testimonios.
El juez de control consideró que existían elementos suficientes para vincularlos a proceso por homicidio agravado. Las investigaciones indican que Brandon “N” fue el autor material del crimen, mientras que María Fernanda presuntamente actuó como cómplice.
Antes de esta audiencia, ambos estaban vinculados por el delito de desaparición de personas cometida contra particulares. Por eso, cada uno enfrenta dos procesos penales hasta el momento.
Con la nueva vinculación, ambos imputados permanecerán en prisión mientras avanzan las investigaciones complementarias por el asesinato del sacerdote en Cuautitlán.
En cambio, la tercera implicada, Fátima Isabel “N” -señalada como presunta pareja del párroco- tendrá su audiencia en días siguientes, debido a que fue detenida una semana después que el resto.
¿Por qué mataron a Ernesto Baltazar?
A sus 43 años, Ernesto Baltazar ejercía como sacerdote en la capilla Santa Cruz. Apenas había sido designado el 3 de octubre por la Diócesis de Cuautitlán, toda vez que las y los feligreses lo recibieron el 22 de octubre.
El clérigo llevaba una relación informal con Fátima “N”, ya que contrataba sus servicios como escort. Además, solía beber y acudir a fiestas, según partes de la investigación difundida por medios de comunicación.
Por la noche del 29 de octubre, Fátima “N” se reunió con el sacerdote en el Hotel Bikos. Está en la avenida José López Portillo en Tultitlán, Estado de México.
Ambos ingerían bebidas alcohólicas dentro de una habitación. Tras eso, Fátima “N” lo llevó a un departamento en la tercera sección de la Unidad Habitacional Morelos.
Dentro del inmueble estaba Brandon “N”. Ambos planearon robar al sacerdote dentro del domicilio. Primero, convivieron con él hasta que le administraron gotas, dejándolo dormido.
Sin embargo, en pleno robo, Ernesto Baltazar despertó. Las investigaciones señalan que Brandon “N” golpeó al párroco con un bate metálico, un martillo y machete sin filo, hasta matarlo.
Abandonan el cuerpo de Ernesto Baltazar
En esa escena intervino María “N”, la pareja de Brandon “N”. Ayudó a limpiar el lugar y a amarrar el cuerpo en un sillón, envolviéndolo con cobijas y bolsas negras.
Durante la madrugada del 30 de octubre, lo trasladaron a un canal de aguas negras en Nextlalpan, a una distancia de alrededor de 40 kilómetros del lugar del asesinato.
Los presuntos responsables usaron la camioneta del sacerdote, misma que trasladaron a Hidalgo. Fátima “N” declaró que la vendieron por 37 mil pesos en el municipio de Actopan, con ayuda de un exconvicto.
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A inicios de noviembre, la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México emitió una ficha de búsqueda. Familiares explicaron que vieron al sacerdote de Cuautitlán por última vez el 27 de octubre, tres días antes de su asesinato.
Durante esos días, la Diócesis de Cuautitlán pidió apoyo a la ciudadanía para localizarlo.
No fue sino hasta el 11 de noviembre, cuando las autoridades encontraron el cuerpo de Ernesto Baltazar en avanzado estado de descomposición.
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