Diócesis de Zamora ordena “en nombre de Dios” cesar la violencia en Michoacán
Durante una misa en el Santuario Guadalupano, la Diócesis de Zamora hizo un llamado urgente a poner fin a la violencia que azota a Michoacán. Frente a más de 5 mil fieles, el párroco Jesús Valencia Álvarez pidió “en nombre de Dios” detener el derramamiento de sangre y devolver la paz al estado, durante la ceremonia en memoria del alcalde de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, asesinado el 1 de noviembre.
En su homilía, el sacerdote Jesús Valencia Álvarez fue contundente: “Les ordenamos en nombre de Dios, cese la violencia”. Desde el altar, denunció la complicidad de los gobiernos, las omisiones de las autoridades y el silencio de los ciudadanos frente a la tragedia que vive el país.
“Estas experiencias de dolor nos muestran un México herido, sometido por la incertidumbre, la deshonestidad y la falta de principios éticos”, expresó.
Valencia advirtió que descuidar la familia es descuidar la sociedad, y que todos —gobernantes y ciudadanos— deberán rendir cuentas “por no hacer lo correcto”.
El clérigo también responsabilizó a los tres niveles de gobierno por la crisis de inseguridad que vive Michoacán.
Pero también tenemos que dejar muy claras las responsabilidades de quienes nos gobiernan. Nos pidieron el voto, lucharon por el poder, ahora tienen que ejercerlo para devolvernos la seguridad perdida. Carlos Manso fue asesinado por la colusión entre irresponsabilidades de los gobiernos a nivel estatal y federal y la brutalidad de los criminales que mandaron ejecutar.
Agregó que “el poder no se legitima con discursos ni conferencias matutinas, sino ofreciendo resultados que hoy se llaman paz, seguridad y justicia social”.
Pidió respetar la división de poderes, la libertad de expresión y el derecho a la información veraz, recordando que “el Estado mexicano no puede seguir incurriendo en la impunidad que favorece la corrupción”.
Al cierre de la misa, la Diócesis de Zamora exhortó a los grupos criminales a detener sus ataques y a las autoridades a cumplir su deber de garantizar la paz. “Nos han robado la tranquilidad, nuestros parques, nuestras calles; es tiempo de recuperarlos”, dijo el sacerdote ante miles de asistentes que oraron por Michoacán y por las víctimas de la violencia en México.
Puedes ver la misa aquí o la homilía a partir del minuto 46:00 DANDO CLIC AQUÍ
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