Explosión en Beirut: estos son los rostros a dos semanas de la tragedia

Una semana después de la explosión en Beirut, en el tejado de su casa dañada, Sama sonríe, con el ojo cubierto por una venda. A lo lejos se observa el puerto, prácticamente arrasado. Foto: AFP

La violenta explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut provocó al menos 177 muertos y más de 6 mil 500 heridos, la mayoría por fragmentos de cristal. 

A dos semanas del accidente, te presentamos algunos testimonios de la gente que sobrevivió a la tragedia en medio de este país marcado por la crisis política y social.

Las siguientes imágenes pueden herir susceptibilidades, se recomienda discreción.

Rony Mecattaf

A dos semanas de la explosión, Mecattaf enjuga la sangre que aún emana a veces de una larga cicatriz. Foto: AFP

Primero hubo humo blanco, después una explosión naranja y luego una nube negra. Son las últimas imágenes de Rony Mecattaf antes de despertarse tuerto y con una Beirut destruida por el estallido.

“He perdido toda mi visión lateral e incluso quizás la imagen de mí mismo. Cuando me miro en el espejo, no veo la percepción que tenía de mí con mis dos ojos”.

Afirma este psicoterapeuta de 59 años. 

Al menos 400 de estas personas sufrieron lesiones oculares, más de 50 necesitaron ser operadas y al menos 15 se quedaron tuertas, según datos de los hospitales de la región de Beirut

Diez días después de la tragedia, sentado en su oficina, Mecattaf enjuga la sangre que aún emana a veces de una larga cicatriz que atraviesa en vertical su párpado derecho.

“La ciudad era una visión del infierno”, recuerda Mecattaf tras la explosión en Beitur, que finalmente pudo ser operado en Sidón, en el sur de Líbano, gracias a un amigo. Pero tras dos horas de esfuerzos, los médicos no pudieron salvar su ojo. 

La onda expansiva fue tan fuerte que, incluso a más de ocho kilómetros del puerto, rompió numerosas ventanas, proyectando fragmentos de crista. 

Maroun Dagher

Algunos de los sobrevivientes de la explosión en Beirut han perdido partes de su cuerpo. Foto: AFP

En un hospital al norte de BeirutMaroun Dagher se somete a su revisión semanal. Para este informático de 34 años, la explosión “cambió todo”. 

Al igual que cualquier persona que haya perdido su visión binocular, las tareas más simples son ahora un desafío. Servirse un café sin derramar una gota es una proeza, dice.  

Su rostro quedó pegado a una ventana en una calle muy cerca del puerto y un pedazo de vidrio de dos centímetros le atravesó el ojo izquierdo. 

La onda expansiva fue tan fuerte que, incluso a más de ocho kilómetros del puerto. Foto: Reuters
Muchos habitantes del Beirut perdieron sus casas. Foto: Getty Images

Galería: los rostros de la tragedia en Beirut

Cientos de libaneses tratan de recuperar fuerzas y continuar con sus vidas tras la explosión.

Makhoul al Hamad y su pequeña hija

Makhoul al Hamad, de 43 años, es oriundo de la ciudad de Manbij, en el norte de Siria. Este obrero de la construcción, que vive en Beirut desde 1995, pensaba que su barrio, Mar Mikhael, era “el lugar más seguro en Líbano” y definitivamente más seguro que su país en guerra. 

Por eso, en 2016 trajo a Beirut a su mujer y sus cuatro hijos, entre ellos su hija Sama, nacida en Manbij, cuando su ciudad estaba bajo el yugo de los yihadistas del grupo Estado Islámico. 

Sama tiene 5 años de edad. Foto: AFP

Sama estaba sentada a unos metros de una ventana el día de la explosión. Fragmentos de vidrio atravesaron su ojo y la niña de cinco años empezó a sangrar abundantemente. 

Una semana después, en el tejado de su casa dañada, Sama sonríe, con el ojo cubierto por una venda. A lo lejos se observa el puerto, prácticamente arrasado. 

Su retina quedó reventada y los médicos dijeron a sus padres que su hija debía someterse a una cirugía reparadora en el extranjero. Pero no tienen los medios. 

“Hubiese preferido que todo el sufrimiento […] recayera sobre mí, si eso hubiese permitido salvar a Sama”, confiesa Hamad mientras abraza a su hija. 

Beirut comienza a operar

Rostros de algunos habitantes de Beirut. Foto: AFP

A dos semanas de la explosión, el puerto y la ciudad de Beirut comienzan a operar con normalidad y ha descargado 3 mil 700 contenedores con un total de 51 mil toneladas de cargamento entre el 11 y el 18 de agosto, desde que empezó a recibir barcos de carga tras el violento estallido, informó su nuevo director, Basem al Qaisi. 

Este miércoles el Ejército libanés anunció la llegada de un cargamento de trigo del Programa Mundial de Alimentos, que había prometido enviar la suficiente cantidad de este cereal para tres meses tras la destrucción de los silos donde se guardaban las reservas nacionales en la explosión. 

Ejército libanés anunció la llegada de un cargamento de trigo del Programa Mundial de Alimentos. Foto: AFP

En tanto, la gente mira a su alrededor intentando regresar a la normalidad en medio de una ciudad destruida y con incertidumbre hacia el futuro.  

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