Bielorrusia y la represión que llegó hasta atleta olímpica Kristina Tsimanuskaya

Tsimanouskaya, de 24 años, no llegó a criticar al gobierno, sino que simplemente se quejó de que hubo problemas de papeleo y que le inscribieron para un evento para el que no había entrenado. | Foto: AFP

La atleta olímpica bielorrusa Kristina Tsimanuskaya viajará a Polonia después de que su equipo intentara obligarla a partir de Japón, según explicó su marido este lunes

“Creo que en Bielorrusia no estaríamos seguros”, asegura esposo de Kristina Tsimanuskaya

“De momento el plan es que probablemente vaya a Polonia“, dijo su esposo, Arseny Zdanevich, desde Kiev, donde llegó a causa del conflicto entre su esposa y las autoridades bielorrusas: “Creo que (en Bielorrusia) no estaríamos seguros”.

“Me encuentro en territorio ucraniano y preveo reunirme con mi mujer”, añadió.

Zdanevitch dijo no saber dónde se encontraba su esposa por el momento, en concreto si se encuentra en la embajada de Polonia en Tokio como lo afirman varios medios así como una asociación deportiva ligada a la oposición bielorrusa. 

“Estuvimos en contacto ayer y hoy (por la mañana) pero ahora no está localizable”, dijo.

Polonia, República Checa y Eslovaquia se propusieron para acoger a la atleta bielorrusa.

Según Alexander Opeikin, director ejecutivo de la Fundación Bielorrusa para la Solidaridad Deportiva (BSSF), una organización que apoya a los deportistas del país en el punto de mira del poder bielorruso, Kristina Tsimanuskaya “rellenó los documentos para obtener el asilo político en Polonia”.

¿Por qué abandona los Juegos Olímpicos?

Polonia otorgó un visado humanitario a Kristina Tsimanuskaya. | Foto: AFP

El domingo por la noche, Tsimanouskaya denunció que había sido obligada a retirarse de los Juegos Olímpicos por su seleccionador Yuri Moiseyevitch y que posteriormente responsables del Comité Olímpico Bielorruso le habían acompañado al aeropuerto para ser devuelta a su país.

Unos días antes, la deportista criticó duramente a la Federación de Atletismo de su país por obligarla a participar en el relevo de 4×400 metros, cuando inicialmente debía correr las pruebas de 100 y 200 metros, debido, según ella, a que otros dos velocistas bielorrusos no hicieron suficientes controles antidopaje. 

En una entrevista al medio digital by.tribuna.com, Tsimanouskaya aseguró tener “miedo” de ser encarcelada si regresaba a Bielorrusia y pidió la intervención del COI.

¿Qué pasa en Bielorrusia?

Este incidente se produce en momentos en los que el régimen del presidente bielorruso Alexander Lukashenko reprime a los opositores, periodistas y militantes para tratar de detener el movimiento de contestación originado en 2020 contra su reelección a un quinto mandato.

La corredora fue una de las atletas que condenó la violencia en la represión estatal de las protestas y expresó su apoyo a las manifestaciones en favor de la democracia.

El Comité Olímpico de Bielorrusia dijo en un comunicado que los entrenadores habían decidido retirar a Tsimanouskaya de los Juegos por consejo de los médicos sobre su “estado emocional y psicológico”.

El  presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, arremetió la semana pasada contra los deportistas de este país por no estar desempeñando “un buen papel” en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

  • El presidente Lukashenko cuestionó la inversión que Bielorrusia hace en ellos

El presidente, quien se ha mantenido en el poder desde hace más de dos décadas, está sometido a una fuerte presión por parte de quienes lo han calificado como un “dictador” y recientemente centenares de deportistas firmaron un manifiesto en su contra.

Su hijo, Viktor, es el presidente del Comité Olímpico, desde el mes de febrero. Antes lo era el mismo Alexandr Lukashenko, desde 1997. Sin embargo, el COI no acepta su nombramiento y tanto él como su padre están vetados por el COI, por no garantizar que los deportistas no serán discriminados por sus opiniones.

“Lo digo a menudo: ¿saben por qué a veces no ganamos en el deporte? Algunos dicen que hay problemas en la educación. Pero lo que sucede es que no pasan hambre”, declaró el polémico presidente de Bielorrusia.

“Comparto esta situación con los países africanos, cuyos atletas ganan pese a la pobreza. Y algo parecido pasa con los deportistas serbios”, añadió.

No es la primera vez que el gobierno de Bielorrusia protagoniza un incidente de represión hacia los deportistas.

El 30 de septiembre de 2020, Yelena Leuchanka, atleta olímpica en 2008 y 2016, y estrella del baloncesto bielorruso, fue detenida.

Una fotografía publicada en Instagram documentó su participación en manifestaciones no autorizadas contra el gobierno de Aleksander Lukashenko.

Así que la policía la detuvo cuando estaba pot viajar a Atenas, donde tenía programadas varias sesiones de rehabilitación por lesiones en rodillas y espalda.

Polonia otorga visado humanitario a Kristina Tsimanuskaya

Polonia otorgó un visado humanitario a Kristina Tsimanuskaya, la atleta olímpica bielorrusa que dijo que su equipo la intentó obligar a dejar Japón, según afirmó el lunes el viceministro polaco de Asuntos Exteriores.

Tsimanuskaya “está ya en contacto directo con diplomáticos polacos en Tokio. Recibió un visado humanitario. Polonia hará lo que sea necesario para ayudarla a continuar su carrera deportiva”, escribió en Twitter Marcin Przydacz.

Pido al Comité Olímpico Internacional que me ayude, me están presionando e intentan sacarme del país sin mi permiso”. Así de contundente se ha mostrado la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya cuando su propia federación le ha obligado a abandonar Japón este domingo debido a unas palabras suyas recientes en Instagram donde hablaba sobre “la negligencia de nuestros entrenadores”.

El viernes, después de que Tsimanouskaya comentara la gestión de la selección nacional de Bielorrusia, los medios del país iniciaron una campaña en su contra. Ahora, la atleta tiene miedo de regresar a Bielorrusia, pero los funcionarios la llevaron al aeropuerto de Tokio (Haneda) por la fuerza.

“Pido al Comité Olímpico Internacional que me ayude, me están presionando e intentan sacarme del país sin mi permiso”. Así de contundente se ha mostrado la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya cuando su propia federación le ha obligado a abandonar Japón este domingo debido a unas palabras suyas recientes en Instagram donde hablaba sobre “la negligencia de nuestros entrenadores”.

El viernes, después de que Tsimanouskaya comentara la gestión de la selección nacional de Bielorrusia, los medios del país iniciaron una campaña en su contra. Ahora, la atleta tiene miedo de regresar a Bielorrusia, pero los funcionarios la llevaron al aeropuerto de Tokio (Haneda) por la fuerza.

Tsimanouskaya, de 24 años, no llegó a criticar al gobierno, sino que simplemente se quejó de que hubo problemas de papeleo y que le inscribieron para un evento para el que no había entrenado (relevos). Aunque, desde su país, consideran que sus palabras son una ofensa.

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