¿Quién era Suzanne Rees, mujer que murió tras haber sido abandonada por un crucero?

La historia de Suzanne Rees, una mujer australiana de 80 años, ha causado gran indignación: fue encontrada sin vida en la isla Lizard, un lugar turístico en la Gran Barrera de Coral, en Australia, después de que el crucero en el que viajaba zarpó sin ella.
Suzanne vivía en Nueva Gales del Sur y amaba la naturaleza, el senderismo y la jardinería. Había decidido hacer sola un viaje de 60 días en el crucero Coral Adventurer, que recorría las costas de Australia.
Éste era un viaje exclusivo, con pocos pasajeros y un costo de más de 50 mil dólares, algo así como cerca de un millón de pesos mexicanos, pensado para personas que querían visitar lugares naturales y alejados.
El momento del abandono
Durante una excursión en tierra, Suzanne se separó del grupo, los guías le pidieron que regresara sola al punto de partida, mientras el resto continuaba la caminata.
Cómo fue la búsqueda
Cuando el personal del crucero se dio cuenta de su ausencia, avisó a las autoridades. La Policía de Queensland y la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) comenzaron la búsqueda cerca de la medianoche.
Finalmente, el domingo 26 de octubre, su cuerpo fue encontrado a unos 50 metros del camino principal de la isla.
Las autoridades siguen investigando las causas de su muerte, aunque por ahora no hay señales de que haya ocurrido algo violento.
Críticas a la seguridad en los cruceros
El caso de Suzanne ha generado críticas a las empresas de cruceros, ya que muchas personas consideran que los protocolos de seguridad son insuficientes.
Esa tarde el barco partió sin revisar si todos los pasajeros habían regresado. La hija de Suzanne, Katherine Rees, contó a la prensa:
“El barco se fue sin hacer un recuento de pasajeros. En algún momento de esa secuencia, o poco después, mamá murió, sola”.
Mencionó la hija de la víctima.
Una vida dedicada a la naturaleza
Quienes conocían a Suzanne dicen que era una mujer independiente y alegre, muy unida a su familia. Su gran sueño era recorrer la costa australiana y disfrutar de sus paisajes.
Hoy, su historia sirve como un recordatorio de la importancia de la seguridad en los viajes, especialmente para los adultos mayores que viajan solos.



