Violencia y crisis política en Tanzania: “Es un retroceso democrático”, advierte experto
Tanzania, considerado durante décadas uno de los países más estables del continente africano, atraviesa una profunda crisis política y social tras las elecciones presidenciales recientes, marcadas por denuncias de represión y persecución contra la oposición.
En entrevista con Juan Rivas y Pablo Valdés en A las Nueve en Uno, Luis Alonso Zamora Villalobos, profesor del Tecnológico de Monterrey y analista en temas de África, calificó la situación como “un retroceso democrático en uno de los países más estables de la región”.
“Si bien el Chama Chama Pinduzi, el partido del poder, ha gobernado desde la independencia, este país ha gozado, a comparación de sus vecinos, de una relativa estabilidad. No ha sufrido golpes de Estado ni guerras civiles”, explicó Zamora.
“Sin embargo, ya no hay una identificación entre la mayoría de la población, que en su 70% es joven, entre 18 y 35 años de edad”.
Zamora también recordó que la actual presidenta, Samia Suluhu Hassan, asumió el cargo en 2021 tras la muerte de John Magufuli. Su llegada generó expectativas de apertura y mayor democracia, pero con el tiempo se revirtieron esos avances.
“Empezó a haber persecución política, de opositores y activistas, lo que refleja el miedo de los antiguos partidos de liberación nacional”, señaló el académico.
El analista subrayó que, aunque Tanzania es rica en recursos naturales —oro, uranio, tanzanita, rubíes y gas natural—, “casi el 50% de la población vive por debajo del umbral de pobreza”, lo que ha impulsado el descontento social y la búsqueda de nuevas opciones políticas encabezadas por líderes jóvenes.
La crisis se desató cuando los principales partidos opositores, Chadema, liderado por Tundu Lissu, y Wazalendo, del Partido de los Patriotas, fueron descalificados del proceso electoral.
“Prácticamente Samia Suluhu Hassan se presentó con partidos marginales y por ello llegó con el 98% de la elección”, explicó Zamora.
“Sigue existiendo un desinterés por África”
El especialista lamentó que las crisis africanas apenas generen atención internacional, lo que agrava la impunidad y la falta de presión sobre los gobiernos.
“Desafortunadamente sigue existiendo un desinterés por el continente africano. Todo lo reducimos a pobreza o conflictos étnicos. Lo damos por hecho, como si fuera algo natural del continente. Hay que crear espacios donde se dé más difusión y un análisis más profundo, libre de prejuicios”, dijo Zamora.
Además, mientras el gobierno de Tanzania minimiza las cifras de víctimas, fuentes opositoras y diplomáticas estiman entre 500 y 800 muertos a causa de la represión.
“El gobierno desacredita a los protestantes diciendo que ponen en riesgo la estabilidad del país. Pero hemos visto videos donde se observan víctimas con heridas en la cabeza; se está disparando en contra de la población. Es algo que no puede caber en pleno siglo XXI”, advirtió.
El analista también enfatizó que este tipo de acciones no son exclusivas de Tanzania. “Lo hemos visto en Kenia, Uganda, Camerún, Costa de Marfil… Esto pone en peligro los logros democráticos del continente africano”, señaló.
“Hay miedo a las movilizaciones juveniles”
Para Zamora, una de las causas de fondo es el temor de los gobiernos africanos al despertar político de la juventud.
“Muchos de estos partidos gobernantes nacieron en los movimientos de independencia, pero su discurso de los años 60 o 70 ya no encaja. Hay desprecio por los derechos humanos y falta de atención al Estado de derecho”, dijo.
Y agregó: “Estos gobiernos temen que las movilizaciones de jóvenes desestabilicen sus estructuras políticas. Lo vimos en Kenia, Madagascar y Marruecos”.
También adelantó que habrá que observar con atención las elecciones de Uganda en enero, país gobernado por el mismo líder desde hace más de 40 años.
Mínimos lazos entre México y Tanzania
Sobre la relación bilateral, Zamora reconoció que los vínculos entre México y Tanzania son muy limitados. “Realmente hay muy poca relación comercial. México tiene lazos principalmente con países del norte de África y, en el África subsahariana, con Nigeria y Sudáfrica”, explicó.
“Con Tanzania es muy poco el contacto comercial; la mayoría son acciones de ONGs u organismos internacionales donde hay presencia de mexicanos”, señaló.
Finalmente, el especialista subrayó la urgencia de mantener la atención internacional sobre Tanzania y exigir investigaciones independientes sobre las violaciones a derechos humanos.
“Se necesita más presión para que se conozca lo que ocurre allá. Es un retroceso democrático que no puede normalizarse”, concluyó.



