“Yo ayudo a mi esposa en el quehacer”: identifica así los micromachismos

El Consejo Nacional de Población (Conapo) te dice cómo identificar y erradicar micromachismos en la familia y en la sociedad. Foto: Cuartoscuro.

Los micromachismos son prácticas y mecanismos sutiles de dominación que suelen aprenderse desde la niñez; violencia en la vida cotidiana que es naturalizada, legitimada e invisibilizada, informó el Consejo Nacional de Población (Conapo) en un comunicado.

El psicólogo Luis Bonino Méndez, experto en problemáticas de la condición masculina, fue el autor que creó el término micromachismos en 1991, quien aclaró que estas frases y comportamientos “se realizan de manera consciente o no”, agregó Conapo.

“Son llamados ‘micro’ por naturaleza casi imperceptible: conductas machistas son toleradas y reproducidas por hombres y mujeres, perpetuando roles y estereotipos de género que obstaculizan el equitativo acceso a oportunidades y el ejercicio de derechos”.

Conapo y micromachismos

  • Desde la familia, se deben identificar los micromachismos
  • Eso evitará hacerlos “parte de nuestra cotidianeidad”

Por ejemplo, dijo Conapo, en muchos hogares es normal que niños vean a mamá haciendo actividades que papá no hace. Sin embargo, todos deben involucrarse contra los micromachismos para participar repartiendo labores, y compartiendo la responsabilidad del trabajo doméstico.

“Los micromachismos acrecientan la desigualdad entre hombres y mujeres. Es violencia que no necesita golpes o insultos, perpetúa roles o estereotipos, y refuerza relaciones de dominio y sumisión. Frenan el libre desarrollo de niños, niñas, hombres y mujeres”.

¿Cómo erradicar los micromachismos?

Aquí algunos ejemplos de micromachismos proporcionados por Conapo:

  • “Calienta las tortillas para tu hermano”
  • “Yo ayudo a mi esposa en el quehacer”
  • “Bonita como la mamá, inteligente como el papá”
  • “Las niñas juegan con sus muñecas dentro de casa, los niños salen a jugar con sus bicicletas”

Para erradicar los micromachismos, el Conapo sugirió enseñar a niños y niñas a realizar todas las tareas del hogar; expresar sentimientos sin distinción de género; recordar que los juguetes no tienen género; fomentar la igualdad con juegos de mesa; resolver conflictos a través de diálogo y creatividad.

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