Una parte del pastel de bodas de la princesa Diana y Carlos fue vendida en una subasta por 2.220 libras (más de 3 mil dólares).
Este gran trozo de unos 800 gramos de peso había sido recuperado y congelado por una empleada de la reina madre, Moyra Smith, y era parte de una de las 23 tartas elaboradas para esta boda real, el 29 de julio de 1981.
¿Cómo es la pieza del pastel de bodas?
Con el mazapán cubierto por un glaseado blanco, el trozo rematado se encuentra “ligeramente agrietado” y guardado en film de cocina transparente, y está adornado con una versión ‘azucarada’ del escudo de armas real, custodiado por un león y un caballo.
“Quedamos sorprendidos por la cantidad de personas que querían pujar por este pedazo grande y único de la tarta real”, señaló el subastador y especialista en objetos reales, Chris Albury, quien confió que había recibido “consultas” desde “el Reino Unido, Estados Unidos y varios países de Oriente Medio”.
Parte del pastel se encuentra en buenas condiciones
Este pedazo de pastel inicialmente estaba estimado entre 300 y 500 libras, y finalmente fue rematado por 1.850 libras, 2.220 impuestos incluidos, en el sitio de la casa de subastas Dominic Winter Auctioneers, mismo que fue comprado por Gerry Laytonn, un coleccionista de Leeds de Inglaterra.
Vendido junto al programa de la ceremonia de boda, un menú del desayuno conmemorativo y un plano de los asientos asignados para la recepción en el Palacio de Buckingham, la porción “parece encontrarse en las mismas condiciones exactas que cuando se remató originalmente”, afirmó la empresa de subastas.
Carlos y Diana, príncipes de Gales, se divorciaron oficialmente en 1996, un año antes de la trágica muerte de ella en un accidente automovilístico en París a sus 36 años.
La “princesa del pueblo” sigue siendo objeto de culto y sus pertenencias se venden regularmente en remates a precios de oro: un Ford Escort regalado por Carlos se subastó junio pasado por más de 60 mil euros y un triciclo de su infancia, en julio, por más de 20 mil.