Estados Unidos registró un espectacular repunte en el tercer trimestre con un crecimiento récord del PIB de 33.1% en proyección anual, pero estos datos oficiales están lejos de marcar el final de la crisis.
Las cifras del Departamento de Comercio, que ofrecen una valoración del crecimiento del país a tasa anual, una medida que supone el resultado en un año si el crecimiento es proyectado sobre 12 meses, se conocen apenas cinco días antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Después de que la crisis inducida por la pandemia arrasara la actividad en el segundo trimestre, con una caída del PIB de 31.4%, la economía comienza a recuperarse.
El presidente Donald Trump celebró el indicador como las cifras “más grandes y las mejores” de la historia del país y auguró que la próximo año va a ser “fantástico”.
Sin embargo, advirtió que si gana su rival demócrata Joe Biden, el nuevo presidente impondría un alza de impuestos que sofocaría la recuperación.
“Me alegro tanto que esta tremenda cifra del PIB se publique antes del 3 de noviembre”.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
La economía de EU está en un “agujero profundo”
Para Biden el panorama es otro y dijo que este informe resalta tres hechos ineludibles: que la economía está en un agujero profundo, la falta de acción de Trump y que la recuperación se está ralentizando.
“La recuperación que hay en marcha está ayudando a aquellos de arriba pero deja a decenas de miles de familias y pequeños negocios atrás”, afirmó en un comunicado el candidato demócrata, que tiene una leve ventaja en los sondeos.
Las cifras traslucen como la actividad y el consumo, que es el motor de la economía, estuvieron apuntalados en este periodo por el paquete de estímulo de casi 3 billones de dólares aprobado por el Congreso.
Pero desde entonces estas ayudas se extinguieron y demócratas y republicanos han fracasado en lograr un nuevo paquete de alivio a empresas y trabajadores, y hay magras expectativas sobre un acuerdo al final de la legislatura.