Tus finanzas ante la desaceleración: ¿qué esperar de la contracción de 0.3% del PIB?

| 17:31 | Sergio Iván González | Uno TV
Cómo impacta la desaceleración a las finanzas personales
Desaceleración de PIB afecta a mexicanos en varios frentes. Foto: Cuartoscuro

La economía mexicana mostró signos de desaceleración en el tercer trimestre de 2025, al registrar una contracción de 0.3% respecto al trimestre anterior, según datos del INEGI. El freno provino principalmente de una caída anual de 2.9% en el sector industrial, que incluye manufacturas y construcción, actividades clave para el empleo formal.

Para entender cómo este escenario impacta las finanzas personales, Uno TV conversó con Sergio Negrete Cárdenas, economista, quien explicó los principales efectos de la pérdida de dinamismo económico.

Desaceleración impacta empleo y sueldos

De acuerdo con el IMSS, durante el tercer trimestre de 2025 se generaron 333 mil 303 empleos formales, cifra muy por debajo de la meta mensual. Esto refleja un debilitamiento del mercado laboral que se percibe directamente en los salarios y las oportunidades de trabajo.

Negrete Cárdenas explica que la caída del empleo formal no es un fenómeno reciente, sino parte de una tendencia de largo plazo:

“Llevamos varios años en esta tendencia, agravada por la pandemia y por factores estructurales internos. La población crece alrededor de 0.9% anual, y este año el PIB per cápita será negativo, lo que indica una pérdida real en el ingreso por habitante”.

El especialista añade que la incertidumbre, tanto interna como externa, refuerza el estancamiento laboral: decisiones políticas y fiscales poco favorables a la inversión privada reducen la creación de empleos, mientras que factores internacionales, como la política comercial de Estados Unidos, también limitan la inversión extranjera.

Tasas altas y crédito más caro

Aunque Banxico redujo ligeramente la tasa de interés de referencia, que al 31 de octubre se ubica en 7.5%, Negrete Cárdenas advierte que el acceso al crédito sigue siendo un reto para muchos hogares:

“Sí, se vuelven un poco más asequibles para quienes tienen dinero y pueden acceder al crédito. Pero para la mayoría de los consumidores, sigue siendo un problema serio”.

De acuerdo con el especialista, esta limitación impacta directamente en la capacidad de compra de bienes importantes como vivienda o autos, especialmente cuando los salarios permanecen estancados.

La inflación baja, pero el costo de vida no

La desaceleración económica genera una reducción en la demanda, lo que ayuda a mantener la inflación a la baja, pero no se traduce en una mejora real del poder adquisitivo de los hogares. Negrete Cárdenas explica que, aunque los precios suban menos, la economía se percibe estancada en la vida cotidiana:

“Es más difícil encontrar empleo, los salarios no suben y, en algunos casos, la gente pierde su trabajo. Se siente en el empleo, en las oportunidades, en el entorno familiar y social”.

En otras palabras, la baja inflación no necesariamente alivia el gasto de las familias, ya que la capacidad de consumo permanece limitada.

Hogares más endeudados y mayor cautela

Según datos del INEGI, 62% de los hogares mexicanos tienen al menos un instrumento de deuda. Negrete Cárdenas explica que el riesgo para las familias aumenta en un contexto de desaceleración:

“Una pérdida de empleo puede impedir afrontar deudas, generando un círculo vicioso que depende de que todo lo demás salga bien”.

El especialista advierte que, aunque muchas familias manejan sus créditos con responsabilidad, cualquier emergencia puede poner en riesgo la estabilidad financiera: atención médica, gastos inesperados o pérdida de ingresos afectan directamente la capacidad de pago.

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Perspectiva a futuro y recomendaciones para las finanzas personales

Negrete Cárdenas señala que, frente a este escenario, la clave para las familias es la prudencia en el manejo de sus finanzas:

Cuiden que su gasto no sobrepase sus ingresos. Si adquieren deudas, asegúrense de tener capacidad de pago y, de ser posible, un pequeño colchón de ahorro”.

El economista enfatiza que la atención debe centrarse en la microeconomía familiar y laboral: el estado de la empresa, el empleo y el entorno cercano es lo que determina cómo afectará la desaceleración al bolsillo:

“La economía puede ir bien a nivel macro, pero si a tu empresa le va mal o a tu trabajo le afecta, ahí es donde se siente el impacto real”.

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