Ley de Amparo: un paso más hacia un Estado autoritario
La reforma a la Ley de Amparo ha generado una fuerte controversia, con señalamientos de que viola la Constitución. Para la analista política Alejandra Cullen, no es sorpresa: “Morena lo volvió a hacer”, afirmó, calificando la legislación como la “Ley del desamparo”.
Cullen denuncia que esta reforma es en realidad un “distractor” diseñado para “esconder otros asuntos que van a dar más poder al poder”. El objetivo es claro: dejar a los ciudadanos con menos herramientas para defenderse de los abusos de autoridad, un claro “paso más hacia un Estado autoritario”.
Adiós a los derechos colectivos y la protección ciudadana
Uno de los puntos más graves de la nueva Ley de Amparo, según Cullen, es la restricción del interés legítimo. La reforma ahora exige que solo las personas directamente afectadas puedan promover un Amparo.
Esto limita la defensa de los derechos colectivos, afectando a:
- Organizaciones civiles y colectivos sociales.
- Temas sensibles como la salud pública y el medio ambiente.
La analista puso un ejemplo muy sensible: si antes un papá solicitaba un Amparo por falta de medicinas para un niño con cáncer, ese Amparo beneficiaba a todos los niños afectados. “Ahora solo es a la persona”, lamentó Cullen, señalando que esta medida fue impulsada para reforzar el poder del gobierno.
Sin suspensiones: El desamparo ante el SAT y la UIF
El punto más alarmante de la nueva Ley de Amparo es la eliminación de las suspensiones, un mecanismo fundamental de defensa. Las suspensiones permitían que una decisión de la autoridad se detuviera mientras se resolvía el Amparo de fondo.
Cullen advierte las consecuencias de este cambio:
- Temas Tributarios (SAT): Si el SAT impone un crédito fiscal erróneo y el ciudadano se ampara, ya no habrá suspensión. El ciudadano podría enfrentar el congelamiento de cuentas o el embargo, incluso si el cálculo es incorrecto.
- Lavado de Dinero (UIF): Si la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congela cuentas por sospechas de nexos con el crimen organizado, ya no será posible obtener una suspensión.
Una “aberración jurídica” que deja a la ciudadanía sin defensa
Cullen insistió en que la Ley de Amparo fue originalmente diseñada para que “el ciudadano se defienda de un abuso de autoridad”. Sin embargo, la nueva legislación ya no cumple con ese propósito.
La analista política concluyó que, aun bajo el supuesto de que el actual gobierno fuera “impoluto” o “perfecto”, el marco legal que está dejando permite que “cualquier loquito que llegue a la presidencia pueda hacer lo que se le dé la gana”. Por ello, sentenció: “El desamparar al ciudadano lo hace más vulnerable, no solo ahorita, sino en los años por venir”.
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