Hay un problema de agua estructural muy serio que no se resuelve con un ciclo de lluvia, que es que hay una sequía creciente en el sur de Estados Unidos y en el norte de México.
Hay una presión creciente por el uso de agua para la agricultura, para las ciudades que crecen, etcétera; y no hemos desarrollado en México una cultura de cuidado del agua.
El país carece de una política de cobro del agua adecuada, tampoco en Estados Unidos, hay que decirlo, opina Carlos Elizondo.
Somos dos países muy poco conscientes de lo que cuesta el agua y de lo escaso que se va a volver en toda esa franja que compartimos.
Y por supuesto, está el tema político; es una región federal y la responsabilidad de manejar el tratado es federal, las aguas son federales, pero el problema político del agricultor que se va a quedar sin agua es local.
Javier Corral, gobernador de Chihuahua, acusó que las autoridades federales se han “cerrado al diálogo” para buscar una solución. Aseguró que la reacción del gobierno federal es irresponsable porque Conagua revisó la capacidad de las presas en el estado y confirmaron que se encuentran en capacidad mínima, es decir, “no se puede extraer más agua”.
Por la mañana del juves, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que se firmó un acuerdo con Estados Unidos para evitar un conflicto con la entrega de agua.