La noche del lunes, tanto el magistrado José Luis Vargas, como Reyes Rodríguez Mondragón, renunciaron a la presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), lo que deja, momentáneamente sin cabeza, sin un líder, sin presidente, a la institución.
Nuestro analista político, Jesús Silva-Herzog Márquez opina que lo mejor para todos es que se dediquen a resolver los vigías, los litigios y no a pelearse entre ellos a vista de todos.
Desde hace un par de días el Tribunal ha presentado problemas por la destitución de José Luis Vargas como presidente y el nombramiento de Reyes Rodríguez, por ello, es importante que aparezca la política de negociación entre los magistrados que forman parte del Tribunal.
Para Jesús Silva la reconducción institucional de esta crisis política llega en un mal momento por dos razones: La primera, la urgencia de resolver las controversias judiciales que vienen de la elección federal reciente y la segunda razón, el embate de la Presidencia de la República y sus aliados contra el armazón institucional de nuestro régimen de elecciones.
Creo que es muy importante, si es que pretende sobrevivir este órgano judicial, este órgano supremo de nuestro régimen electoral, pues necesita haber una salida institucional por una parte y por la otra también pactada, negociada.
Jesús Silva-Herzog Márquez | Analista político