Morena se fractura por caso Bermúdez; buscan salvar a Adán Augusto
El escándalo por Hernán Bermúdez Requena ha generado una fuerte sacudida política en Morena, alcanzando directamente al senador Adán Augusto López Hernández, figura cercana al expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual líder de bancada. La polémica ha encendido alertas en el partido, justo cuando intenta renovar su imagen ante los comicios de 2026.
El exsecretario de Seguridad de Tabasco, acusado de actos de corrupción, habría sido protegido por altos mandos del partido, según revelaciones recientes. Adán Augusto, quien nombró a Bermúdez durante su gestión como gobernador, habría sido informado desde entonces sobre posibles irregularidades, sin que tomara acción. Esto pone en entredicho el discurso oficial de Morena de “no mentir, no robar y no traicionar”.
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Las críticas no provienen solo de la oposición o los medios, sino de dentro del propio partido. Diversos morenistas han expuesto casos de corrupción que contradicen los principios que el partido ha promovido como bandera política. Ejemplos recientes incluyen denuncias internas sobre robo de combustible y colusión de alcaldes con el crimen organizado en el Edomex, así como investigaciones por corrupción en Birmex y Profeco.
“Están fritos porque ya no son los críticos o la prensa o las voces malintencionadas los que están acusando, sino son los mismos morenistas”, advirtió Casar
Ante esto, la analista María Amparo Casar advierten que desde la Presidencia se estaría buscando proteger a Adán Augusto, una figura clave dentro de la estructura heredada por López Obrador. Su permanencia en el Senado, afirman, fue parte de un acuerdo sucesorio en Morena, y todo indica que será defendido a toda costa.
“Creo que harán todo lo posible por salvarle el pellejo a Adán Augusto, pero va a tener costos en términos de que ni la honestidad valiente, ni el no robarás, no mentirás… les está resultando”.
En medio de estos señalamientos, se anticipa que la estrategia de contención podría tener costos para la imagen pública del partido, que ha insistido en diferenciarse del pasado. El riesgo: que la narrativa de superioridad moral quede rebasada por los hechos y por sus propias filas.
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