Enmascarados que protegen su identidad, son policías de tránsito en la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
Tras aplicar una hurracarrana, el bando de los rudos dejó tendidos a los técnicos en el cuadrilátero para ganar lucha.
El Che lleva 32 años dentro de la corporación y 18 años como luchador profesional.
“Mi vida cambia totalmente, soy 100 por ciento rudo, amo la rudeza, pero hay que tener conocimiento de lo que es la técnica”.
El Che, policía y luchador de la SSC CDMX
En las instalaciones de la base Tlaxcoaque cuentan con un ring, donde cada tercer día entrenan dos horas.
Serpiente Dorada, se cambia el uniforme azul con vivos amarillos y el kepi de policía, por su máscara.
Cuenta que aquí también entrena a sus tres hijos.
“Ya tengo 18 años aquí en la corporación y tengo 10 años como luchador profesional. Los tres son mis hijos y les estoy inculcando el deporte de la lucha libre”.
Serpiente Dorada, policía y luchador de la SSC CDMX
También ha ayudado a mujeres a llegar a la lucha libre
Coqueta de Corazones es una de sus pupilas.
Arriba del cuadrilátero demuestra lo aprendido, apalea a luchadores que le doblan en peso y fuerza, con llaves y acrobacias aéreas, logra someterlos.
“A mí lo que me llena es cómo la gente te motiva, cómo la gente ama a mi personaje, eso es lo que más me motiva, y por eso lo hago por amor al deporte”.
Coqueta de Corazones, luchadora
Así, después de luchar contra el tráfico, estos agentes se suben al pancracio para mantenerse en forma.