Los efectos de la pirotecnia en personas con autismo: “Me duele y tengo que esconderme”
Dolor y agobio, es lo que siente Sebastián Uvalle cuando escucha tronar un cohete, un sonido de pirotecnia que para el promedio de la población podría pasar inadvertido, pero que una persona con trastorno del espectro de autismo puede percibir de manera mucho más intensa.
“Me duele y tengo que taparme los oídos”, compartió Uvalle, de 23 años, quien fue diagnosticado con esta condición cuando era niño.
“Depende de qué tan fuerte sea, se me agita el corazón y siento que tengo que esconderme solo para no escuchar”.
Sebastián Uvalle
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños presenta esta condición en el mundo y la incidencia se incrementa un 17% al año.
En México, se estima que uno de cada 115 niños tiene autismo, es decir, casi 1% de la población infantil.
¿Por qué la pirotecnia afecta a las personas con autismo?
Las personas con trastorno del espectro autista (TEA) y con trastornos del procesamiento sensorial no perciben los estímulos auditivos de manera habitual, de acuerdo con la Fundación Conectea. Muchas presentan reacciones intensas frente a ruidos de alto impacto, como cohetes, petardos y fuegos pirotécnicos, los cuales son comunes en fechas decembrinas.
Una de las condiciones más frecuentes en personas con TEA es la hiperacusia, que se refiere a una sensibilidad auditiva elevada.
“Desde que recuerdo, los cohetes me provocan miedo, en especial aquellos muy ruidosos como ‘las palomas’, pues son una fuerte carga sensorial que me causa agitación en el corazón, se acelera rápido”.
Sebastián Uvalle, persona autista
Además, los desafíos en la modulación sensorial dificultan que el sistema nervioso central identifique adecuadamente la intensidad, frecuencia y duración de los estímulos ambientales, explicó Fundación Conectea. Esto impide filtrar los sonidos relevantes del entorno y genera una sobrecarga sensorial, que puede desencadenar miedo, ansiedad, irritabilidad o la necesidad de huir y buscar un espacio seguro.
Según la Confederación Autismo España y la Fundación conectea, el 90% de las personas con TEA presentan respuestas sensoriales inusuales, mostrando hiper o hipo reactividad ante estímulos como sonidos, luces u olores.
En el caso de la pirotecnia, los efectos más comunes incluyen:
- Angustia y ansiedad
- Miedo intenso o pánico
- Irritabilidad y nerviosismo
- Taquicardia
- Crisis sensoriales
- Necesidad de esconderse o aislarse
No solo el ruido, también las luces navideñas y los olores
“Suelo ser una persona más sensible que el resto, entonces las luces intensas normales y de Navidad me molestan, debo taparlas, además el olor de los cohetes me molesta, es muy intenso y debo taparme la nariz”, compartió Sebastián.
Ambas asociaciones señalan que la pirotecnia no solo afecta por la explosión sonora, sino que también influyen el humo y las luces intensas, elementos que agravan el malestar sensorial en personas con TEA y pueden aumentar la sensación de peligro o descontrol.
- Estas reacciones no siempre se limitan al momento del festejo, sino que pueden prolongarse durante días o incluso semanas.
Consejos para celebrar la Navidad
Fundación conectea compartió algunas alternativas para festejar estas fechas:
- Pirotecnia silenciosa
- Espectáculos de luces sin detonaciones
- Reducción del uso de cohetes en zonas habitacionales
- Utilizar cascos amortiguadores de ruido
El autismo es una condición de vida, cuyas causas se desconocen, aunque se cree en la existencia de un factor genético asociado a un componente ambiental. El autismo afecta en mayor o menor medida la interacción social por medio de la comunicación, la conducta, el lenguaje y la integración sensorial de las personas, con base en el Gobierno de México.
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