Estalagmita revela cómo la sequía cambió la historia de los mayas
Una cueva cercana a Mérida guardó un secreto milenario. En Tzabnah, los científicos analizaron una estalagmita que reveló cómo grandes sequías marcaron el colapso de ciudades mayas como Uxmal y Chichén Itzá.
Durante el siglo X, una sequía de 13 años cambió todo: templos dejaron de construirse, los rituales perdieron fuerza y la confianza en los gobernantes se derrumbó.
“En la región Puuc, pudo jugar un papel muy importante. Los mayas prehispánicos dependían de la Agricultura basada en la triada de maíz, frijol y calabaza. Y que no hubiera lluvias implicaba que no había disponibilidad, para asegurar estos alimentos […] entonces encontramos en este registro, ocho sequías importantes, sequías extremas que duraron entre tres y trece años, ocho periodos de entre tres y trece años”
Fernanda Lases / investigadora UNAM Yucatán, integrante proyecto de la Cueva Tzabná
Estos cambios los estudia la ciencia de espeleotemas, que analiza los climas y ambientes pasados en escalas de decenas, siglos y milenios.
Científicos de la Universidad de Cambridge, Oxford, la UNAM y otras instituciones, analizaron los isótopos de oxígeno atrapados en la roca, descubriendo sequías extremas entre los años 800 y 1021 d.C. Y la maravilla es cómo llegaron a esas rocas.
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“Hay cientos de estalagmitas, pero no todas se pueden fechar, es bastante complejas la ciencia de estas estalagmiotas, entonces a veces crecen por periodos y dejan de crecer”
Fernanda Lases / investigadora UNAM Yucatán, integrante proyecto de la Cueva Tzabná
Hoy la historia nos da claves para enfrentar también un ciclo que tarde o temprano podría volver a repetirse en el planeta y la advertencia para cuidar uno de los tesoros más valiosos de la Península de Yucatán: su sistema hídrico, el gran acuífero subterráneo, conocido como el Gran Acuífero Maya.



