La campaña “El abuso no es amor”, impulsada por YSL Beauty, busca ayudar a mujeres a identificar cuándo una relación deja de ser sana para convertirse en abusiva, tanto física, emocional o virtual.

A partir de diferentes acciones, talleres y videos, la campaña internacional quiere combatir la violencia. Y entre sus materiales está un video con las 9 señales de alarma que pueden indicar que una relación se ha vuelto abusiva, que contiene testimonios que revelan patrones repetidos; silencios prolongados, celos, chantajes y miedo constante.

1. Ignorar

El silencio prolongado y deliberado es una herramienta de control emocional que genera ansiedad y dependencia.

“Cada vez que se enfadaba pues dejaba de hablarme”, relata una de las jóvenes del video.

2. Chantajear

El chantaje puede ir desde frases como “si no haces esto, me voy con alguien más” hasta presiones para tener relaciones sexuales o para cumplir expectativas que la víctima no desea.

“Me ha chantajeado numerosas veces cuando yo no quería hacer algo… me decía que si yo no quería mantener relaciones sexuales, él ‘se iba con otras chicas’”.

Otra chica contó que incluso amenazaba con salir de fiesta “porque había mil mujeres mejores”.

3. Humillar

Ridiculizar a la pareja en público o en privado, burlarse de su forma de vestir, hablar o comportarse, o hacerla sentir “menos” es otra de las señales de alarma.

“Si salíamos de fiesta y me veía hablar con alguien, delante de todo el mundo me cogía del brazo y me llevaba a casa”, destacó una de las entrevistadas por la campaña

4. Manipular

La manipulación toma muchas formas, desde distorsionar la realidad hasta hacerle creer a una persona que no está bien psicológicamente.

“Me decía que yo estaba loca, que muchas situaciones límite eran porque yo no estaba bien y que yo era la que tenía que ir al psicólogo”.

5. Celar

Los celos excesivos se muestran como una excusa para controlar.

“No me dejaba ponerme pantalón corto, ni un escote, ni siquiera un vestido”.

6. Controlar

Controlar el cuerpo, los horarios y la vida cotidiana es otro patrón común.

“Me ponía aplicaciones para saber dónde estaba”.

Algunas relatan que les revisaban el teléfono de forma inesperada:

“Cada cierto tiempo me tomaba el teléfono y me lo miraba por completo”.

7. Violar su intimidad

Además del control, muchas mencionan invasiones directas a su privacidad:

“Dame el móvil”, me decía, y yo tenía que dárselo.”

8. Aislarla

El aislamiento de amistades y familia también aparece en los testimonios:

“Me aislaba de mis amigos y de mis familiares… sobre todo de mi madre”.

“No me dejó ir al cumpleaños de mi mejor amiga”.

El objetivo es claro: dejar a la persona sin redes de apoyo que puedan advertir el abuso.

9. Intimidar

La intimidación puede no comenzar con golpes, pero sí con amenazas:

“Un día por poco me pega… pegó a la pared en vez de mi cara”.

Reconocer para detener el ciclo

Muchos de estos relatos coinciden en que las víctimas pensaban que todo era “normal” o que el problema eran ellas mismas.

“En todas las relaciones abusivas te hacen sentir que tú eres la loca… que lo hacen por tu bien. Y es mentira”.

La campaña “El abuso no es amor” busca desnaturalizar estas conductas y mostrar que el amor nunca debe doler, humillar, controlar o generar miedo.