En Francia, 15 personas vivieron 40 días en una cueva por un experimento que buscaba probar cómo le iría al ser humano y qué tan adaptable sería si perdiera toda referencia de espacio-tiempo.
¿En qué consistió el loco experimento en una cueva de Francia?
Después de 40 días sin tener noción del tiempo, siete mujeres y ocho hombres de entre 27 y 50 años abandonaron el sábado una cueva de los Pirineos, en el suroeste de Francia, donde se habían confinado de forma voluntaria.
Sin reloj, teléfono, ni luz natural, los 14 voluntarios, conducidos por el explorador franco-suizo Christian Clot, tuvieron que acostumbrarse a los 12 grados y 95% de humedad de la cueva de Lombrives en Ariège, generar su propia electricidad a través de un sistema de pedales y extraer agua a 45 metros de profundidad.
Según el explorador, fundador del Human Adaptation Institute, este experimento llamado “Deep Time” (“Tiempo profundo”) pretende estudiar nuestras capacidades de adaptación a la pérdida de puntos de referencia espacio-temporales, una cuestión planteada sobre todo con la crisis sanitaria de coronavirus COVID-19.
¿Experimento en cueva de Francia debido a la pandemia?
Los líderes de este experimento en una cueva de Francia, buscaban el peor de los escenarios, si de repente la humanidad fuera confinada a vivir bajo tierra y cómo deberían subsistir los seres humanos con esas condiciones, además de estudiar su proceso de adaptación.
A su salida, los 15 participantes en la operación “Deep Time” se reunieron con sus familiares, antes de una conferencia de prensa y de un intercambio sobre su experiencia con periodistas.
Los inquilinos de esta cueva en Francia que pasaron 40 días sin contacto con el mundo exterior, salieron fulminados por el Sol al momento de abandonar el que fuera su hogar durante casi 6 semanas, con rostros un poco pálidos pero visiblemente en buen estado físico.
¿Qué dice la comunidad científica por este experimento en cueva de Francia?
A pesar de la participación de investigadores, la iniciativa es recibida con escepticismo por otros científicos que subrayan la ausencia de un marco suficientemente “riguroso” en el experimento con personas en esta cueva de Francia.
Sin embargo, Etienne Koechlin, director del laboratorio de Neurociencias Cognitivas en la Escuela Normal Superior (ENS), que participa en las investigaciones de “Deep Time”, defiende su carácter “innovador”.
“Los datos sobre el cerebro y las capacidades cognitivas de los participantes recogidos antes de la entrada en la cueva se compararán con los recogidos a la salida, con el fin de estudiar los cambios del sistema nervioso vinculados a este entorno excepcional“.
Etienne Koechlin, director del laboratorio de Neurociencias Cognitivas en la Escuela Normal Superior (ENS)
Al igual que otros investigadores, Pierre Marie Lledo, director del laboratorio “Genes, Sinapsis y Cognición” en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y de la unidad “Percepción y Memoria” en el Instituto Pasteur, señala la ausencia de un “grupo de control”, lo que impide validar científicamente los resultados.
Lo cierto es que será en días posteriores cuando se conozca más información del resultado de las investigaciones tras el confinamiento de estas personas en una cueva de Francia por 40 días.