Quién es José Antonio Kast, el ultraderechista que gobernará Chile
El candidato de extrema derecha José Antonio Kast se impuso de manera contundente en la segunda vuelta presidencial en Chile y se convirtió en el próximo presidente del país, tras arrasar en el balotaje celebrado este domingo, de acuerdo con el Servicio Electoral chileno.
Con el 86% de los votos contabilizados, Kast obtuvo 58% de las preferencias, frente al 42% alcanzado por la candidata de izquierda Jeannette Jara, en una elección marcada por el voto obligatorio y una alta polarización política.
José Antonio Kast será presidente a partir del 11 de marzo
El abogado ultraconservador de 59 años, líder del Partido Republicano, asumirá la presidencia de Chile el 11 de marzo, para un periodo de cuatro años. Se trata del candidato más identificado con la extrema derecha que ha llegado al poder desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, hace 35 años.
Luego de quedar rezagado en dos elecciones presidenciales previas, Kast logró finalmente llegar a La Moneda capitalizando el descontento social vinculado a la delincuencia, el crimen organizado y la migración irregular.
Católico practicante y padre de nueve hijos, Kast fundó hace cinco años el Partido Republicano, al considerar que la derecha tradicional era demasiado moderada. En 2021 perdió frente a Boric, en un contexto marcado por la pandemia, las protestas sociales y el proceso constituyente, cuando sus posturas de línea dura no conectaron con la mayoría del electorado.
En 2025, el escenario cambió. La preocupación por la seguridad se convirtió en el principal eje del debate público, impulsando su discurso de mano dura contra el crimen y control fronterizo.
Además de combatir la delincuencia, Kast se ha comprometido a construir muros fronterizos y a formar una fuerza policial especializada, similar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), encargado de rastrear y deportar a los migrantes ilegales. Datos del gobierno muestran que la mayoría son venezolanos.
Kast se ha inspirado en Estados Unidos para su enfoque duro en las fronteras y el año pasado visitó cárceles salvadoreñas construidas por el presidente Nayib Bukele, un modelo que su plataforma busca emular.
Propuestas de seguridad, migración y orden público
Kast, devoto católico y padre de nueve hijos, centró su campaña en un discurso de mano dura contra la criminalidad y en el control migratorio. Entre sus principales promesas está la deportación de cerca de 340 mil migrantes sin documentos, en su mayoría de origen venezolano, así como una ofensiva directa contra el crimen organizado.
Una de sus votantes, Maribel Saavedra, de 42 años, señaló que el país estaba “cansado del desgaste económico” y expresó su esperanza de que el nuevo gobierno “refuerce el país con trabajo” y regularice la migración.
Tras conocerse los resultados preliminares, simpatizantes de Kast celebraron en las calles de distintas ciudades del país, con bocinazos y concentraciones frente a su comando de campaña.
Kast y su postura sobre la dictadura de Pinochet
Durante las celebraciones, algunos simpatizantes portaron imágenes de Augusto Pinochet, cuya dictadura dejó más de 3 mil 200 muertos y desaparecidos entre 1973 y 1990. Kast ha defendido públicamente el régimen militar y ha afirmado que el exdictador habría votado por él de estar vivo.
Este posicionamiento ha sido uno de los puntos más controvertidos de su trayectoria política y motivo de fuerte rechazo en sectores de la población.
Jeannette Jara reconoce derrota y anuncia oposición “exigente”
La candidata derrotada, Jeannette Jara, exministra de Trabajo del gobierno de Gabriel Boric, reconoció su derrota la misma noche de la elección. La abogada de 51 años, impulsora de la reducción de la jornada laboral a 40 horas, aseguró que encabezará una oposición exigente y responsable.
Durante la campaña, Jara representó a una coalición de izquierdas, pero fue superada por el voto consolidado del bloque conservador.
Reacciones internacionales: Milei y Marco Rubio felicitan a Kast
El presidente de Argentina, Javier Milei, fue el primer mandatario latinoamericano en felicitar a Kast. A través de la red social X, lo llamó su “amigo” y celebró el resultado como “un paso más en defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada”.
Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio también expresó su felicitación y afirmó que espera trabajar con el nuevo gobierno chileno para fortalecer la seguridad pública, frenar la migración ilegal y revitalizar la relación comercial bilateral.
Un país marcado por el miedo al crimen y la polarización
La campaña estuvo fuertemente influida por la percepción de inseguridad. De acuerdo con un sondeo de Ipsos, 63% de los chilenos considera que el crimen y la violencia son su principal preocupación, seguidos por el bajo crecimiento económico.
Aunque los homicidios se duplicaron en la última década, en los últimos dos años han mostrado una baja. Sin embargo, delitos como el secuestro y la extorsión han aumentado, con la presencia de bandas criminales extranjeras.
Para algunos votantes, como la jubilada Cecilia Mora, Kast representa “un Pinochet sin uniforme”, lo que motivó su voto en contra pese al temor por la inseguridad.
El voto obligatorio y el giro político en Chile
Esta elección marcó el regreso del voto obligatorio en una presidencial, por primera vez en más de una década. En la primera vuelta, Kast y Jara habían obtenido cerca de una cuarta parte de los votos cada uno, pero la suma de los partidos de derecha —que alcanzó alrededor del 70%— impulsó al republicano hasta La Moneda.
Desde 2010, Chile ha alternado gobiernos de izquierda y derecha en cada elección presidencial, reflejo de un país profundamente dividido.
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