Presupuesto 2026: suben apoyos sociales, pero salud y educación se estancan

| 06:08 | Omar Hernández Jiménez | Uno TV

El Paquete Económico 2026 confirma un cambio fuerte en las prioridades del gasto público: los Programas del Bienestar tendrán un aumento, mientras salud y educación muestran un crecimiento mínimo.

El documento oficial revela que los apoyos sociales alcanzarán 1 billón de pesos, una cifra similar al gasto educativo y superior al destinado al sector salud.

¿Cuánto incrementarán los Programas del Bienestar en 2026?

El Gobierno de México informó que los Programas del Bienestar recibirán un incremento de 150 mil millones de pesos, con lo que la población beneficiada superará los 33 millones de personas el próximo año.

Análisis de México Evalúa y del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) revelan que este rubro llegará al 2.8% del PIB, posicionándose como una de las áreas con expansión dentro del presupuesto federal.

¿Cuál es el presupuesto de educación y salud para 2026?

En contraste, el sector educativo contará con 1.1 billones de pesos, equivalente también al 2.8% del PIB, muy por debajo del 6% recomendado por la OCDE para garantizar infraestructura, cobertura y calidad suficiente en las escuelas del país.

El gasto en salud será de 965 mil 700 millones de pesos, un aumento de 5.9% respecto a 2025. Sin embargo, este monto representa sólo el 2.7% del PIB, muy lejos del 6% sugerido por la OMS para cubrir plenamente las necesidades médicas de la población.

¿Cuánto gastan los mexicanos en salud?

La limitada inversión pública tiene efectos inmediatos en las familias mexicanas. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que, en 2024, los hogares pagaron 1.12 billones de pesos en salud, principalmente en:

  • 45.4% medicamentos
  • 15.3% consultas
  • 14.9% servicios hospitalarios
  • 6.1% estudios de laboratorio

El resto se destinó a ambulancias, residencias de salud y servicios complementarios. Este gasto de bolsillo muestra que el sistema público no cubre toda la demanda y obliga a las familias a absorber costos que, según especialistas, deberían recaer en el Estado.

Mientras los apoyos sociales mediante transferencias directas continúan creciendo, la inversión en salud y educación —áreas clave para el desarrollo a largo plazo— se mantiene rezagada. Esto podría limitar mejoras en atención médica, infraestructura escolar y servicios básicos.

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