El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), “sigue recuperándose” tras dar positivo a COVID-19 el 24 de enero, informó este lunes el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Fue en días pasados cuando el mandatario reapareció en un video publicado en las redes sociales oficiales tras contagiarse de COVID-19. El mandatario, con buen semblante, afirma que “va a salir bien”, pero para nuestro analista este optimismo no tiene ningún puente de realización.
Es francamente una frivolidad; yo creo que sí tenemos la necesidad de reconsiderar esa estrategia (la del coronavirus). Y de parte del presidente de la República, más bien, está el anuncio de la terquedad y ese optimismo que no está sustentado en ninguna prueba o buenas razones para confiar que dentro de dos meses estaremos mejor.
La semana pasada, los mexicanos no escucharon a un presidente que, después de haber pasado, una semana bajo encierro, sin una presencia pública, y sin sus actividades normales, presentara un poco da humildad para decir que habría que redirigir los esfuerzos y los objetivos que se trazan contra la pandemia del COVID-19, por el contrario, se dejó ver sin cubrebocas.
Podríamos haber esperado que después de padecer la enfermedad, tuviera esa humildad para decir tenemos que dirigir nuestros esfuerzos hacia estos objetivos, ser más claros en los mensajes.
En conferencia de prensa, la secretaria de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, informó que esta semana seguirá encabezando las conferencias mañaneras y el próximo lunes el presidente AMLO retomará sus actividades.