¿Cómo fue el sismo del 19 de septiembre de 2017?

El 19 de septiembre de 2017 a las 13:14 horas, un sismo de magnitud 7.1 sacudió la Ciudad de México, causando daños materiales y víctimas mortales, pero ¿cómo fue este sismo?, Unotv.com acudió con un experto del Servicio Sismológico Nacional de la UNAM y esto fue lo que nos dijo.

¿Qué hizo tan particular el sismo del 19 de septiembre de 2017?

El doctor Víctor Hugo Espíndola Castro, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indica que “el sismo del 19 de septiembre de 2017 tuvo su epicentro a 120 km del sur de la Ciudad de México, una distancia muy corta que generó lo que se conoce como ‘ondas de cuerpo'”, las cuales se recibieron directamente en la zona de transición, es decir en el segundo de los tres tipos principales de suelo que hay en la CDMX.

Foto: Cires.

“El sismo de 1985 ocurrió aproximadamente a poco más de 300 kilómetros de distancia en las costas de lo que es Michoacán, el que ocurrió en 2017 fue a 120 kilómetros al sur de la Ciudad de México, ahora bien el sismo del 85 fue de 8.2 y el de 2017 de 7.1, eso quiere decir que fue una energía aproximadamente de 1 a 30 la proporción”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.

“Como estaba muy cerca y no era tanta energía lo que hizo fue vibrar la zona de transición, por ello, en esa parte del suelo la agitación fue muy acelerada y violenta, ya que se sintió tanto vertical como horizontalmente. Entonces, fue muy caótico por las aceleraciones muy altas, estamos hablando de más 180 cm/s2 o gales, y es lo que hizo que hubiera daños básicamente en la zona de transición por el tipo de onda”, señala Espíndola Castro.

“Básicamente los efectos de este sismo de 7.1 fue porque estábamos muy cerca de la fuente sísmica”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.

Sin embargo, el especialista señala que aunque “el sismo de hace tres años fue de altas frecuencias, es decir, vibraba más en todas direcciones; eso no significó que el sismo de 2017 haya sido más fuerte que el de 1985. Lo que ocurrió es que fue diferente, porque además, el tipo de suelo de la capital respondió de forma diferencial”.

“Vivimos en un suelo sumamente diferenciado aquí en la Ciudad de México, muy difícil por decirlo”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.

La llamada zona de transición, que fue la más afectada por las “ondas de cuerpo” del sismo del 19 de septiembre de 2017 y donde se produjeron las aceleraciones máximas, contempla la zona centro de la CDMX, así como la zona sur hacia la región de Xochimilco.

Un punto clave en los sismos es lo que se conoce como “efecto de sitio”, es decir, el efecto que tiene un sismo dependiendo del tipo de suelo de las zonas.

Este efecto hace que existan diferencias de daños según la zona. “No es lo mismo un temblor en la zona de Ciudad Universitaria, de los Pedregales o en la zona de Xoco, donde está la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que tuvo mucho daño toda esa zona o la región del centro”, dice el experto.

“Recordemos que en este sismo del 19 de septiembre de 2017 no tuvo efectos de sitio, y fueron muy diferentes en la región centro en donde hace 35 años hubo gran cantidad de colapsos de edificaciones. Básicamente los efectos de este sismo de 7.1 fueron porque estábamos muy cerca de la fuente sísmica”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.
Foto: Serivicio Sismológico Nacional.

No obstante, el investigador asegura que “los fenómenos naturales en general, y los fenómenos sísmicos no producen devastación y desastres, sino que son los seres humanos quienes los producen al asentarse indebidamente”.

“Si nosotros nos asentamos en las regiones de barrancas, no esperemos que nos vaya muy bien cuando entre un huracán. Si nosotros nos asentamos en un suelo muy difícil, muy arcilloso como en la Ciudad de México con gran cantidad de sedimentos, pues tendremos que sufrir las consecuencias de estos fenómenos sísmicos”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.

Por ello, sugiere que para evitar daños derivados de los sismos, es necesario que exista una buena reglamentación para las construcciones y ésta se siga correctamente, tomando en cuenta las características del suelo.

Además de revisar constantemente las construcciones desde las instalaciones de luz, agua y gas, hasta los objetos que se encuentran al interior de las propiedades.

“Mientras vivamos en la Ciudad de México tenemos que cuidarnos continuamente”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM
Foto: Cuartoscuro.

¿Por qué tembló dos veces un 19 de septiembre?

El académico de la UNAM sostiene que el motivo por el cual tembló el 19 de septiembre de 1985 y el 19 de septiembre de 2017 fue una coincidencia, a pesar de que no es usual que ocurra un sismo el mismo día de magnitud mayor de 7.

“Fue una coincidencia, la naturaleza y la energía interior de un planeta no se mete con cuestiones mágicas para sorprendernos”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.

Según el doctor Espíndola, “los sismos fuertes siempre nos toman desprevenidos y se quedan muy grabados en la memoria de los individuos” por ello recordamos el sismo de 1985, sin embargo, todos los días tiembla.

Foto: Cuartoscuro.

Por ejemplo, si el sismo del 19 de septiembre de 1985 no hubiera tenido efectos devastadores o hubiera sido imperceptible, es probable que las personas no lo hubieran recordado durante el temblor del 19 de septiembre de 2017.

“Diario tiembla, en el Servicio Sismológico Nacional hacemos continuamente un análisis de todos los sismos que ocurren y diariamente subimos al portal un promedio de 60 sismos diarios, obviamente la mayoría de estos o  casi todos pasan desapercibidos salvo algunos que ocurren muy cercanos a ciudades principalmente en la zona costera”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.

El experto resalta que los sismos no pueden ser predichos, por lo que es importante estar informados y no hacer caso de rumores y mucho menos difundirlos.

“No hay que hacer caso de rumores y no se pueden predecir los sismos, se conoce mucho de ellos, pero no se pueden predecir”.

Víctor Hugo Espíndola Castro, Servicio Sismológico Nacional de la UNAM.

A tres años del 19 de septiembre de 2017

Se cumplen tres años del terremoto del 19 de septiembre de 2017 y 35 años del sismo que azotó a la capital del país también un 19 de septiembre pero de 1985, de acuerdo con las cifras oficiales, el número de víctimas mortales ascendió a 369 personas y 12 millones afectadas.

Foto: Cuartoscuro.

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