Aunque el caso de Pablo Lyle había tomado un nuevo rumbo por la demanda civil que interpuso el hijo del hombre que murió tan sólo poco después de que el actor le propinara un puñetazo, el protagonista de “Mirreyes vs Godinez” y su primo se libraron de esta acusación, sin embargo, aún deberán enfrentar el juicio penal.
Pablo Lyle y su cuñado, Lucas Delfino, habían sido demandados por el hijo del fallecido Juan Ricardo Hernández por daño emocional con el fin de obtener una compensación económica de 15 mil dólares.
Se dio a conocer que por el momento, el juez del caso de Lyle desestimó la querella que interpuso Juan Ricardo Hernández Jr. porque no podría dar una resolución a la demanda, no hasta que el acusado enfrente el juicio criminal por el fallecimiento del cubano, proceso que tendría lugar en septiembre.
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De acuerdo con lo que dio a conocer el programa “Ventaneando”, en donde se compartió un fragmento de la audiencia, el Juez optó por apegarse a la Quinta Enmienda, que refiere a los derechos de los acusados, como a tener un debido proceso y a no ser juzgados dos veces por el mismo delito.
A Pablo Lyle le cambió la vida en 2019
En marzo de 2019, Pablo Lyle y su cuñado tuvieron un altercado, mientras circulaban por las calles de Miami, con el hombre de 63 años de origen cubano, Juan Ricardo Hernández, a quien el actor dio un puñetazo y esto ocasionó que el anciano cayera. Tras el golpe fue trasladado al hospital y murió, situación por la que el mexicano está acusado de homicidio involuntario.
Lyle se encuentra bajo arresto domiciliario en Miami por este caso legal; cuenta con asistencia psicológica y desde hace dos años está aislado en Estados Unidos de su familia y amigos que se encuentran en México.
Los movimientos del actor son rastreados las 24 horas por un GPS que vigila sus traslados controlados en la casa de su hermana y cercanías.
