Miel para la tos: cuándo sí funciona y cuándo no

| 16:10 | Agencias | Europa Press
Miel para la tos: cuándo sí funciona y cuándo no
¿Miel para la tos, ayuda o es un mito? Foto: Getty

La miel para la tos es uno de los remedios caseros que más utilizan las personas cuando tienen dicha enfermedad, pero ¿realmente funciona? Y de ser así, ¿sirve para cualquier clase de tos? 

La tos es uno de los síntomas más molestos cuando llegan los virus respiratorios propios del invierno. No tanto por su gravedad, sino porque suele aparecer con más fuerza por la noche, interrumpe el descanso y convierte dormir en una tarea complicada, tanto para quien la padece como para quienes le rodean. 

¿Cuándo ayuda la miel para aliviar la tos? 

La miel para la tos puede resultar útil sobre todo cuando la enfermedad está asociada a infecciones víricas leves de las vías respiratorias altas, como resfriados o gripe, y no hay otros síntomas de alarma.  

En estos casos, su textura viscosa recubre la garganta y puede reducir la irritación que desencadena el reflejo de la tos, especialmente antes de dormir, menciona un comunicado de Europa Press. 

¿Cuánto y a qué hora tomar miel? 

Algunos estudios han observado que tomar una pequeña cantidad de miel antes de acostarse puede disminuir la frecuencia e intensidad de la tos nocturna y mejorar la calidad del sueño, tanto en niños mayores como en adultos.  

El efecto no es inmediato ni espectacular, pero sí suficiente en algunos casos para pasar una noche más tranquila sin recurrir a jarabes u otros productos cuando no son necesarios. 

¿Cuándo no sirve la miel? 

La miel no es un tratamiento para la tos en general ni sirve para todos los casos. No está indicada cuando la tos es persistente, se acompaña de fiebre alta mantenida, dificultad respiratoria o dolor en el pecho, situaciones en las que conviene consultar con un profesional sanitario. 

Tampoco debe administrarse en menores de 12 meses, por el riesgo de botulismo infantil, ni abusarse de ella en personas con diabetes u otros problemas metabólicos, ya que sigue siendo un alimento rico en azúcares.  

  • En estos casos, incluso cantidades pequeñas deben valorarse con prudencia. 

Bajo estos ejemplos, tomar miel para la tos puede ayudar en ocasiones. Sin embargo, siempre será recomendable primero acudir con un médico para que sea él quien valore la situación e indique el mejor tratamiento posible. 

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