Republicanos de la era Bush dejan el partido por existir “culto a Trump”

El supuesto “culto a Donald Trump” llegaría a tanto, que los republicanos de la era Bush ya anunciaron su separación del partido. Foto: Reuters.

Republicanos que ocuparon los más altos cargos durante la administración del expresidente George W. Bush (2001-2009) abandonan al partido rojo o dejan que sus membresías caduquen, sin esfuerzos por renovar, debido a que un supuesto “culto a Donald Trump” se ha apoderado de los colegas más recientes, y ellos podrían salvarlo por segunda vez del juicio político.

Estos republicanos, algunos que se desempeñaron en los escalones más altos de la administración Bush, dijeron que esperaban que una derrota de Donald Trump llevaría a actuales líderes del partido a dejar al expresidente y denunciar sus afirmaciones infundadas de que las elecciones presidenciales de noviembre fueron robadas; sin embargo, ha sucedido todo lo contrario.

Republicanos antiguos vs Donald Trump

Pero dado que la mayoría de los legisladores republicanos se adhieren a Donald Trump, estos funcionarios dicen que ya no reconocen al partido al que servían. Algunos terminaron su membresía, otros dejan que caduque, mientras que algunos se registraron recientemente como independientes. La lista de republicanos inconformes con la nueva era enlista:

“El Partido Republicano, como lo conocía, ya no existe. Yo lo llamaría el culto a Donald Trump”.

Jimmy Gurulé, exsubsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.

“Entre 60 y 70 republicanos de Bush han decidido abandonar el partido o están cortando vínculos con él, a partir de las conversaciones que han mantenido. El número crece cada día”.

Kristopher Purcell, exjefe de la oficina de comunicaciones de la Casa Blanca.
Los antiguos republicanos señalan que Donald Trump fragmentó al partido rojo, desencadenando una crisis interna. Foto: Reuters.

El partido rojo de Estados Unidos está actualmente atrapado entre republicanos moderados descontentos y republicanos independientes disgustados por el control que Donald Trump todavía tiene sobre los funcionarios electos y una base fervientemente leal. Ni voceros republicanos de la era Bush ni de la era Trump han emitido declaraciones al respecto.

La mayoría de senadores republicanos también han indicado que no apoyarían el juicio político contra Donald Trump, por lo que es casi seguro que el expresidente no será condenado. Donald Trump fue acusado el 13 de enero por la Cámara de Representantes, liderada por demócratas, por cargos de “incitación a la insurrección”, el único presidente en ser acusado dos veces.

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