“Para la gente que dice que hay otras formas, ninguna de ellas ha sido efectiva”, dice esta joven de 19 años, quien se asume como feminista radical y sale durante las marchas con pasamontañas puesto y aerosol en mano.
“La razón por la que hacemos estas marchas y estas protestas es porque estamos cansadas y hartas“, comparte “Candy”, quien prefiere mantener en privado su identidad real.
Y asegura que este tipo de manifestaciones ayuda a visibilizar la violencia de género que se vive en México.
“No nos toman en serio, se burlan del movimiento. Al pintar o romper vidrios, aunque se hable de manera negativa de nosotras, se toma con más seriedad este problema”.
“Candy” dice considerarse feminista desde los 15 años y confiesa que comenzó a expresarse de forma radical desde hace un año. Estudia la carrera de Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y es promotora de Derechos Humanos en la Unicef y en Inmujeres.
“Los monumentos se restauran pero nuestras compañeras muertas no vuelven a la vida. Las cosas que se han logrado históricamente nunca se han pedido por favor”, destaca.
Su lucha como feminista radical
Antes de unirse a una protesta, “Candy” guarda en su mochila algunas latas de pintura y uno que otro sténcil con frases que previamente trabaja.
“No se trata de rayar por rayar, no ponemos palabras que no hayamos pensado. Muchas hacemos nuestras plantillas con frases que nos definen, palabras que si otra mujer lee pueda llegar a sentirse identificada”, expone “Candy”.
“Yo tengo una plantilla que dice ni callada, ni sumisa, libre y feminista. Se trata de dejarles un mensaje para que se pongan a reflexionar sobre lo que está pasando”.
Por seguridad, carga un kit de primeros auxilios y una pequeña botella de jabón líquido por temor a que avienten ácido o gas pimienta. También le pide a alguna amiga que escriba en su espalda un teléfono de contacto y su nombre, en caso de que termine herida durante las protestas.
““El que no esté de acuerdo podrá no estar de acuerdo y que se quite porque nosotras no vamos a parar”, dice “Candy”.
Pronunciamiento de otras mujeres sobre pintas en marchas feministas
En agosto de 2019, el colectivo Restauradoras con Glitter mandó una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, donde pidieron que no fueran removidas las pintas que se realizaron al Ángel de la Independencia durante una manifestación en contra de la violencia hacia las mujeres.
En su pronunciamiento la organización aseguró que de ninguna manera promueve que se realicen pintas en bienes culturales, pero entienden “la importancia social y transgresora de las mismas” y su permanencia debe ser un “recordatorio palpable de la violencia en nuestro país”.
PRONUNCIAMIENTO ante las pintas de la manifestación y marcha feminista del pasado 16 de agosto
— Restauradoras con Glitter (@RGlittermx) August 22, 2019#RestauradorasConGlitter#VivasNosRestauramos #PrimeroLasMujeresLuegoLasParedes #MujeresNoParedes #YoTeRestauro #LaVidaEsPatrimonio #RestauroMonumentosConservoLaMemoria pic.twitter.com/Dtw2Er7xhG
La violencia contra las mujeres en México
Cada día 10 mujeres mueren por agresiones intencionales en el país, según cifras presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En 2015, el número de feminicidios a nivel nacional fue de 411, mientras que en 2017 aumentó a 741, y en 2019 la cifra se elevó a 976 casos.
Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hasta junio de 2020, en el país se registraron 489 feminicidios, lo que representa un incremento del 9.2% respecto al mismo periodo en 2019.
El estado de Guanajuato encabeza la lista por homicidio doloso contra mujeres, le sigue Estado de México y Chihuahua.
Sin embargo, existe la llamada “estadística negra”, la que no se denuncia y por tanto no se cuenta.
Rasgos de violencia más presentes contra las mujeres
Los datos presentados por del INEGI señalan que “las mujeres son asesinadas con mayor violencia y saña, en eventos donde se utilizan medios que producen mayor dolor, prolongan su sufrimiento antes de morir y sobre todo conllevan la aplicación de la fuerza corporal para someterlas”.
El 57.2% de los homicidios de mujeres son perpetrados con arma de fuego, mientras que 30 de cada 100 mujeres es estrangulada, ahorcada o sofocada, ahogada, quemada, golpeada con algún objeto o herida con un arma punzocortante.
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