El avance que representa abolir las terapias de conversión sexual

Pamela Cerdeira habla sobre la legislación del Congreso de la Ciudad de México que castigará las llamadas terapias de conversión porque serán juzgadas como un delito.

Estas terapias de conversión, son las que imparten ciertos grupos con el objetivo de “curar” la homosexulalidad o las diferentes preferencias.

La nueva legislación capitalina impondrá una sanción de dos a cinco años de prisión y de 50 a 100 horas de trabajo comunitario para quien obligue o practique “sesiones psicológicas, psiquiátricas, métodos o tratamientos con la aplicación de violencia física, moral psicoemocional, con tratos crueles, inhumanos o degradantes en contra la dignidad humana” con el fin de menoscabar la orientación sexual, identidad y orientación de género.

Las llamadas terapias de conversión sexual sin supuestos tratamientos, cuyo término más exacto es el de Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG) y normalmente engloban maltrato físico, privación de la libertad, violencia económica y hasta violaciones grupales con el pretexto de “curar” a gays, lesbianas o personas de la diversidad sexualidad o identidad de género.

Cerdeira señala que aunque lo aprobado contra las terapias de conversión en el Congreso capitalino es “chiquito” porque se persigue solamente si hay una denuncia, establece penas de dos a cinco años de prisión,  y sólo se persigue por oficio si se trata de un menor de edad; pero ta es un avance.

Lo interesante es que quienes estarían siendo castigados son las personas que impartan la llamada terapia de conversión o quién obliga a una persona a tomar esta terapia.

La periodista recalca que es lo que más le gusta de esta ley es lo que está en el terreno simbólico más allá de lo legislativo que tiene que ver con el derecho a respetar las preferencias sexuales de las personas.

“Decidir a quien tú ames o con lo que sea que tú te identifiques está bien; nadie tiene porqué buscar u obligarte a que cambies o corregir algo que no está mal y algo que no hay que cambiar”

Pamela Cerdeira

Sobre la abolición de las terapias de conversión sexual, la otra buena noticia que resalta Cerdeira es que los legisladores están trabajando en materia de Derechos Humanos, porque aunque pareciera que no, aún a la sociedad le falta mucho por avanzar en esos temas.

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