Los mataron por no callar: Bernardo Bravo y Carlos Manzo, voces silenciadas por el crimen
El pasado sábado asesinaron a Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, quien en varias ocasiones denunció ser víctima de amenazas por su postura de combatir al crimen organizado para frenar la inseguridad en la región. Este no es el único caso reciente de un personaje reconocido de Michoacán que perdió la vida de manera violenta.
Hace un par de semanas también ultimaron a Bernardo Bravo, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, que alzó la voz sobre las extorsiones en contra de los productores de limón en la región.
Bernardo Bravo, asesinado por denunciar extorsión a productores limoneros
El lunes 20 de octubre, elementos de la policía municipal encontraron el cuerpo sin vida de Bernardo Bravo en el interior de una camioneta. Las investigaciones policiales señalan que un día antes por la mañana, el líder limonero salió de su casa en Morelia para reunirse con productores en el Tianguis Limonero de Apatzingán; durante este trayecto iba acompañado de escoltas.
Alrededor de las 16:00 horas se separa de sus escoltas para asistir a otra reunión, en la localidad de Cenobio Moreno, y cambia de vehículo por una Toyota gris. La Fiscalía señala que habría sido citado por miembros del crimen organizado, presuntamente el grupo de Los Blancos de Troya.
Cámaras de seguridad captaron a la Toyota gris saliendo de Cenobio Moreno la noche del domingo, aunque se cree que para entonces Bernardo Bravo ya había sido asesinado y los responsables sembraron su cuerpo en la camioneta. En el vehículo había indicios de que movieron el cuerpo hacia el asiento del conductor.
Como ya se mencionó, Bernardo Bravo fue un importante líder limonero en Apatzingán y un activista que en varias ocasiones denunció las dificultades a las que se enfrentan los productores de la región, principalmente el cobro de piso; además defendió que no subiera el precio del limón ante las exigencias del crimen organizado.
Asesinaron a Carlos Manzo, alcalde de Uruapan
Carlos Manzo, también conocido como el “Bukele mexicano” debido a su postura en contra del crimen organizado, fue asesinado este fin de semana durante las celebraciones del Festival de las Velas en Uruapan.
Contrario a la política de “abrazos, no balazos” implementada por el Gobierno Federal durante los últimos años, el alcalde de Uruapan fue impulsor de una estrategia de combate directo al narcotráfico como solución al problema de la inseguridad, incluso promovía el uso de la fuerza letal si los criminales armados se resisten a ser detenidos. Debido a esto, fue víctima de amenazas y solicitó protección a la presidenta Claudia Sheinbaum.
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El informe presentado por la Fiscalía de Michoacán menciona que el agresor, un joven aún sin identificar de entre 17 y 19 años, se hospedó en el centro de Uruapan y poco antes del atentado salió a la calle para pasear por la Plaza Morelos, esperando el momento oportuno para atacar.
Aunque Carlos Manzo iba acompañado de 14 elementos de la Guardia Nacional, el agresor pudo acercarse para disparar en siete ocasiones en contra del edil. El joven homicida fue abatido en el lugar de los hechos y las autoridades continúan las investigaciones para localizar al resto de los responsables.
