¿Comer bolillo es nutritivo? Esto dicen especialistas

El bolillo es un pan tradicional mexicano, de sencillo sabor y bajo precio, explicó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de un comunicado.
Según la UNAM, es una de la forma más comunes de pan salado del país, pero ¿qué tan nutritivo es?
¿Comer bolillo es nutritivo?
Sí, pero con moderación. De acuerdo con la Dirección General de Personal y los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) de la UNAM, el bolillo es más que un pan popular y barato, es un alimento con valor energético relevante, especialmente por su contenido en carbohidratos.
Según el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, una pieza de 60 gramos contiene:
- 183 calorías
- 5.7 gramos de proteína
- 39 gramos de carbohidratos
- 341.4 mg de sodio
Esta cantidad equivale a tres tortillas de maíz o siete tazas y media de palomitas naturales. Sus ingredientes básicos, harina de trigo, levaduras, agua y sal, lo ubican dentro del grupo de cereales, principal fuente de energía en la dieta diaria.
La historia del bolillo: de emperadores y fermentaciones
Aunque el trigo llegó a México desde la Colonia, el origen del bolillo tal como se conoce está vinculado al Porfiriato, cuando la influencia francesa marcó la panadería nacional.
Según datos de la UNAM, una de las versiones más aceptadas atribuye la creación del bolillo a Camille Pirotte, panadero belga de la corte de Maximiliano de Habsburgo. Tras varios intentos fallidos, permitió que la masa fermentara naturalmente, lo que le dio su textura esponjosa.
La gente comenzó a llamar al pan que elaboraba “birote”, ya que no podían pronunciar su apellido.
Datos curiosos sobre el bolillo mexicano
- Su forma tradicional es de rombo con hendidura central, crujiente por fuera y suave por dentro.
- Dio origen a frases como “se vende como pan caliente”, ya que se horneaba cada 20 minutos para destacar entre la competencia.
¿Sirve realmente “para el susto”?
El famoso consejo de comer un bolillo tras un susto tiene una base fisiológica real. Según la Coordinación de Nutrición de la UNAM, el estrés provocado por el miedo libera adrenalina y cortisol, lo que puede alterar temporalmente los niveles de glucosa y generar molestias estomacales por secreción de ácidos gástricos.
Comer un alimento como el bolillo puede ayudar a estabilizar la glucosa y reducir esa sensación de vacío estomacal. Además, el acto de masticar funciona como distractor, ayudando a calmar la ansiedad.
Eso sí, otros alimentos también pueden cumplir esa función, así que no es obligatorio que sea un bolillo.




