“Será Viral”: Así se defendió Fátima Bosch, representante de México en Miss Universo, ante agresión
La controversia en torno a Fátima Bosch, representante de México en Miss Universo 2025, desató una ola de indignación nacional luego de que se viralizara un video donde el director regional del certamen, Nawat Itzaragrisil, la reprende con tono autoritario por no haber publicado contenido para promocionar a Tailandia, país sede del concurso. La escena, grabada en inglés, mostró a un hombre reclamando con dureza y cortando la palabra a la mexicana, lo que fue interpretado como un acto de misoginia y abuso verbal.
El momento causó repudio en redes sociales, donde cientos de usuarios y figuras públicas calificaron la actitud del directivo como una forma de humillación hacia la mexicana. Sin embargo, lo que más destacó fue la reacción de Fátima Bosch, quien mantuvo la calma, respondió con respeto y dignidad, y más tarde afirmó: “No tengo miedo de alzar mi voz. Vine aquí para ser una voz para todas las mujeres y niñas que luchan por sus causas. No soy una muñeca.”
Voces que analizan el caso: Gabriela Morales e Hilda Téz
La periodista Gabriela Morales Casas, especialista en temas de realeza y sociedad, y la feminista Hilda Téz, defensora de derechos humanos, coincidieron en que lo ocurrido no fue un hecho aislado, sino un reflejo de una cultura machista que aún domina ciertos espacios de poder.
Para Gabriela Morales, el comportamiento del directivo fue una contradicción total con el discurso moderno de Miss Universo, que en los últimos años ha buscado dejar atrás la cosificación femenina. “¿Qué hacen señores rancios dirigiendo un concurso que ha tratado de ser un espacio de inteligencia y liderazgo femenino?”, cuestionó. Recordó que el certamen ha evolucionado para valorar más la presencia, el lenguaje y la seguridad de las concursantes que su figura física.
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La periodista, quien trabajó por años en la cobertura de Miss Universo y Mexicana Universal, explicó que lo visto en Tailandia demuestra un retroceso. “En ese país, las reinas de belleza siguen siendo vistas como objetos. Lo digo con conocimiento: la cultura tailandesa tiene todavía una estructura monárquica y misógina, encabezada por un rey conocido por su trato opresor hacia las mujeres”, señaló Morales Casas.
“Es tiempo de mujeres”: Hilda Téz
Por su parte, Hilda Téz afirmó que lo ocurrido es “una conducta absolutamente explicable, pero no justificable”, ya que responde a un entorno cultural en el que las mujeres aún enfrentan formas de subordinación. Sin embargo, celebró que Fátima Bosch haya actuado con firmeza y mesura, convirtiéndose en símbolo de empoderamiento.
“Ella nos dio una lección de liderazgo. No importa si gana o no gana el certamen; ya triunfó porque alzó la voz con dignidad. Hoy las mujeres no podemos quedarnos calladas bajo ninguna circunstancia”, declaró Téz.
La activista consideró que el certamen debe transformarse profundamente si quiere mantenerse vigente: “Hay que repensar a qué países se lleva el concurso y cuáles son los valores que promueve. Si de verdad Miss Universo quiere reflejar inclusión, diversidad y empoderamiento, debe garantizar condiciones de respeto y seguridad para todas sus participantes.”
Reacciones oficiales y respaldo desde México
La polémica llegó incluso a Palacio Nacional, donde la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su respaldo a Fátima Bosch tras ser cuestionada en la conferencia matutina. Para Hilda Téz, ese gesto fue relevante: “Es importante porque visibiliza que la violencia contra las mujeres puede ocurrir en cualquier ámbito, incluso en un certamen de belleza. La presidenta actuó con legitimidad al reconocer a Fátima como una mujer que marcó un límite con respeto.”
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Ambas especialistas destacaron también la reacción de las demás concursantes, que se solidarizaron con Bosch y cuestionaron públicamente la actitud del directivo tailandés. Para Morales Casas, “fue un gran momento de sororidad. Las chicas se levantaron, lo acompañaron con temple y sin insultos. Demostraron que la unión entre mujeres puede ser poderosa y elegante.”
Tanto Gabriela Morales Casas como Hilda Téz coincidieron en que este episodio deja una lección para la industria de los concursos de belleza y para la sociedad en general. Morales llamó a revisar quiénes están detrás de estos eventos: “Si es tiempo de mujeres, debe haber acciones afirmativas reales, no solo discursos. No se trata de cuotas, sino de respeto e inclusión auténtica.”
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Por su parte, Téz enfatizó que la incomodidad también transforma. “Si una política o una acción no incomoda al sistema patriarcal, entonces no genera cambio. Lo que vimos con Fátima debe servir para repensar cómo queremos que estos espacios reflejen el poder y la inteligencia de las mujeres.”
Ambas concluyeron que Miss Universo enfrenta un punto de inflexión: o se moderniza con perspectiva de género o perderá credibilidad ante las nuevas generaciones. Mientras tanto, la valentía de Fátima Bosch ya la convirtió en un referente de dignidad y temple. “Ella no solo habló por sí misma, habló por todas las mujeres”, resumió Téz.
