¿Quién era Augusto Pinochet y cuál es su legado en Chile?

Augusto Pinochet murió en la capital Santiago el 10 de diciembre de 2006; su Gobierno es fundamental para entender al Chile actual. Foto: Getty.

Augusto Pinochet fue un militar, político y dictador que participó de manera protagónica en el Gobierno de Chile de 1974 a 1990, entre cargos como jefe supremo de las fuerzas armadas y también como presidente; este personaje es recordado luego de que la nación decidió acabar con el último remanente de su dictadura en favor de enterrar la Constitución heredada de ese régimen.

La historia de muchos países latinoamericanos goza de figuras controvertidas, amados por unos y odiados por otros, por ser catalogados como “dictadores”:

  • Porfirio Díaz, México.
  • Fulgencio Batista, Cuba.
  • Augusto Pinochet, Chile.
  • Jorge Rafael Videla, Argentina.
  • Anastasio Somoza Debayle, Nicaragua.
  • Rafael Trujillo Molina, República Dominicana.
Ciudadanos de Chile celebran una votación que modificará la Constitución heredada del régimen de Augusto Pinochet. Foto: Reuters.

El golpe de Estado en Chile… ¿Cómo llegó Augusto Pinochet al poder?

Fue designado comandante en jefe del Ejército de Chile el 23 de agosto de 1973 por el presidente Salvador Allende, en reemplazo del renunciado general Carlos Prats.

El 11 de septiembre del mismo año, en medio de una crisis política, económica y social, dirigió un golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático de la coalición de partidos políticos de izquierda denominada Unidad Popular, poniendo fin al período de la República Presidencial.​

Desde ese momento, Pinochet gobernó el país, primero como presidente de la Junta Militar de Gobierno, al que se sumó el título de jefe supremo de la Nación el 27 de junio de 1974, que le confirió el poder Ejecutivo.

El 16 de diciembre de ese año asumió como presidente de la República, cargo que fue ratificado tras un cuestionado plebiscito y la promulgación de una nueva Constitución en 1980.

Su mandato acabó por la vía democrática mediante otro plebiscito realizado en 1988, tras el cual fue sustituido —luego de realizarse elecciones presidenciales y parlamentarias— por Patricio Aylwin, el 11 de marzo de 1990.

Pinochet se mantuvo como comandante en jefe del Ejército hasta el 10 de marzo de 1998 y, al día siguiente, asumió como senador vitalicio, cargo que ejerció efectivamente por un par de meses.

Chile bajo el régimen de Augusto Pinochet

Augusto Pinochet legitimó su dictadura en 1980, tras un intento infructuoso en 1978, a través de un plebiscito de cuestionada legitimidad en el que se aprobó la Constitución de 1980, en reemplazo de la de 1925, documento oficial que, entre varias disposiciones, estableció un período presidencial de ocho años de duración: ésa es la Constitución que Chile, la “Suiza de América Latina”, quiere enterrar en el olvido.

En junio de 2020, la novela del escritor y activista homosexual chileno Pedro Lemebel, Tengo miedo, torero, fue adaptada al cine en una película de ficción que cuenta una historia de amor y trae una reflexión política sobre la feroz represión de la dictadura de Augusto Pinochet contra la comunidad LGBT+. Está ambientada en Santiago en 1986, en los días previos al fallido atentado guerrillero contra el dictador.

Augusto Pinochet y sus deudas

En marzo de 2019, el juez Mario Carroza condenó a 10 años de presidio a tres militares retirados (Julio Castañer, Iván Figueroa y Nelson Medina) por un sonado crimen cometido contra el fotógrafo Rodrigo Rojas y homicidio frustrado de la psicóloga Carmen Gloria Quintana, conocido popularmente como el caso Quemados, durante la dictadura de Augusto Pinochet. Fue una noticia que conmocionó a los ciudadanos mayores del país.

Según el expediente, los efectivos rociaron con combustible y prendieron fuego a ambos detenidos. Luego los cubrieron con frazadas y los abandonaron en un terreno baldío en las afueras de Santiago. Rojas murió cuatro días después y Quintana sobrevivió con gran parte de su cuerpo quemado. En la dictadura de Augusto Pinochet, unas tres mil personas murieron o desaparecieron, mientras que otras 28 mil fueron víctimas de torturas, entre ellas la expresidenta Michelle Bachelet.

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